La situación del desempleo en la ciudad de Cáceres ha mejorado poco a poco durante el último año. El pasado julio, 8.424 personas se encontraban en situación de desempleo, frente a las 8.953 que se registraron en julio de 2017.

La cifra de este último año se traduce en que cerca de un 20% de la población activa cacereña no tiene empleo, un porcentaje algo mayor que la media nacional, que se sitúa en un 15%.

Según datos recabados por la diputación de Cáceres, en octubre del pasado año la cifra ascendió hasta situarse en las 9.737 personas sin empleo. Tras varios meses de bajada, en enero de 2018 la situación repuntó, ya que se registraron 9.551 desempleados. Desde entonces, el número de parados se ha reducido continuamente hasta llegar a los 8.424 de este julio, cifra mínima que no se registraba desde verano de 2010.

No obstante, la bajada del paro en estos últimos meses tiene que ver en parte con las épocas primaveral y estival, en las que se suelen crear un gran número de empleos estacionales. En el mes de julio, del total de contratos creados, 3.710 fueron temporales, la mayoría pertenecientes a los sectores de restauración y alojamientos. Frente a este número, solo se firmaron 261 contratos indefinidos en el mismo periodo de tiempo, según los datos registrados por el Servicio Público de Empleo Estatal.

A pesar de que la situación general de desempleo en la ciudad ha mejorado, las diferencias entre sexos siguen siendo palpables e incluso han aumentado. En julio de 2017, 3.766 hombres y 5.187 mujeres se encontraban en paro, lo que se traduce en una diferencia de 1.420 personas. El pasado mes, sin embargo, la diferencia ha sido de 1.538 (3.443 hombres frente a 4.981 mujeres), lo que se traduce en que todavía se crean menos empleos destinados a mujeres.

Según el nivel de estudios, el colectivo que más sufre es el de los cacereños que solo han superado la primera etapa de educación secundaria, ya que casi el 50% de los desempleados registrados en julio de 2018 pertenece a esta categoría. También es alarmante el grupo de parados que tienen como mínimo alguna carrera universitaria: 1.154 personas con estudios superiores no accedieron a un puesto de trabajo en julio de este año, un 14% del total.

El sector productivo que más acusa el desempleo es el que corresponden a la actividad que sustenta principalmente la economía de la ciudad: el sector servicios, que engloba actividades como el turismo o la restauración. En julio de 2018, según los datos de la Diputación, 6.431 personas demandantes de empleo pertenecían a este sector, lo que se traduce en un 76% del total. Además, destaca la presencia de 872 desempleados que no han tenido ningún empleo anteriormente.

Con respecto a la edad, todas las franjas sufren el desempleo de manera más o menos uniforme, aunque destaca la creciente cifra en los jóvenes de entre 25 y 29 años (1.013 personas en julio de 2018) y en el grupo de personas con edades comprendidas entre 45 y 59 años (3.133 en el mismo periodo, un 37% del total de parados).

Por lo tanto, a la hora de elaborar un perfil tipo del cacereño desempleado actual, sería el siguiente: mujer de entre 45 y 59 años, que no posee estudios superiores y que desarrolla su actividad dentro del sector servicios.

SITUACIÓN EN EXTREMADURA / A nivel regional, sin embargo, las circunstancias no son tan alentadoras. Se trata de la comunidad autónoma con la tasa de empleo más baja del país: solo un 42% de la población activa se encuentra actualmente trabajando, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Mientras tanto, la tasa de paro se sitúa en el 24%, la tercera más alta de España. También en Extremadura se registra una de las tasas de actividad más bajas de la nación: de cada cien personas que pueden trabajar, solo 55 tienen empleo o lo están buscando activamente. Además, es una de las regiones del país que más desempleo acumula entre los jóvenes y los mayores de 55 años, y la brecha de género entre hombres y mujeres que encuentran un trabajo es todavía significativa.