Seguramente que desde que en 1955 monseñor Llopis Ivorra inaugurara las casas del Carneril, un personaje tan insigne no visita la que es considerada una de las barriadas más populosas de la capital. Y es que hoy será la primera vez que una Reina de España pase por aquí. Aunque para evitar decepciones conviene decir que todo apunta a que se trata de una visita relámpago y que Doña Letizia parará poco en el barrio porque su agenda solo contempla su presencia en el instituto Javier García Téllez para presidir la inauguración del curso de FP a las 10.30. Aún así, en Llopis no se habla de otra cosa más que de la llegada de Su Majestad. Bueno, se habla de eso y de la rapidez que se han dado las autoridades municipales en limpiar el barrio.

Si retrocedemos a la visita del obispo en 1955 habría que recordar que aquello fue un acontecimiento tan grande que hasta la Sociedad Mirat desplazó autobuses para que los cacereños se sumaran a la celebración. En este caso no habrá autobuses, pero lo cierto es que ayer a Llopis Ivorra solo le faltaban las banderolas y aquello era un hervidero de mangueras y de escobas: se quitaban grafitis, se limpiaban farolas, se desbrozaba, se dejaban las papeleras como una patena...

Tanto asombro ha causado entre los vecinos la diligencia del ayuntamiento que no es de extrañar la frase que ayer repetía una y otra vez el presidente vecinal, José Antonio Ayuso: "El barrio nos lo han cambiado. Viene la Reina y lo limpian". El dirigente, absolutamente perplejo, recordaba incluso como unos trabajadores han desbrozado una parcela cercana al instituto que la asociación lleva tres años pidiendo que se limpie "y no nos han hecho ni caso, solo nos ponían una única pega, que esa parcela era de un particular y era el dueño quien la tenia que limpiar. Y ahora va el ayuntamiento y la limpia. Y mi pregunta es ¿le pasará el ayuntamiento el coste de la limpieza al dueño o tendremos que pagarlo los cacereños/as?", se pregunta Ayuso.

SENTIR GENERAL Como José Antonio Ayuso piensan muchos vecinos del barrio. "Sólo se acuerdan de la limpieza cuando hay un evento de gran envergadura. No estamos en contra de la visita de la Reina, al contrario; nos sentimos orgullosos de su visita, pero nos sentimos molestos con el trato que recibimos de nuestro ayuntamiento", reitera un líder vecinal que ayer señalaba a la mediana de la avenida de Cervantes, sin un solo matojo. "Vengan dentro de 15 días, ya verán el cambio", advertía insistiendo en que la limpieza aquí solo es flor de un día.

Eso sí, en el barrio están contentos con la visita de Letizia. Francisco Javier Caballero regenta la Cafetería Las Vegas (un negocio que inició su suegro, Santiago Nevado). "Llevamos 40 años en la misma calle --recuerda--. Es bueno que venga la Reina", añade. Lo mismo opina Mercedes Ortiz, de la Multitienda Sol, que piensa ver llegar a la Reina desde el balcón de su tercer piso, o Inmaculada Guerra, de la papelería, que asegura: "Es como que no me lo creo que venga Letizia". En la Multitienda Cervantes, Saray Martín y Ana Vicente, creen que la visita "le dará vida al barrio". Todos contentos pero todos coinciden: "Lamentable que solo se esmeren tanto en la limpieza porque viene la Reina".

El reloj marca la una. A las puertas del instituto tres estudiantes charlan amigablemente: Carlos Agúndez, Juan José Orihuela y Ricardo Sánchez que ante la pregunta: "¿Es positivo que venga la Reina?" contestan al unísono entre carcajadas: "¡Hostia, vaya que sí, que los grafitis los han quitao !".