La ermita de la Soledad de Cáceres ya luce su retablo del siglo XVIII y el Cristo del Peral con todo su esplendor. La recuperación de ambas obras de arte ha sido posible gracias al dinero aportado por la Dirección General de Patrimonio de la Junta y por las aportaciones de los miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro, así como de empresas extremeñas, familias y particulares.El mayordomo de la cofradía, Ricardo Galán, resalta, según la agencia Europa Press, que la recuperación ha supuesto una inversión de 18.000 euros, en un principio, aunque después se incrementó hasta 24.000 debido a las obras de mejoras del altar y el zócalo que "ahora son de granito, porque al moverlo se desplomó por el efecto de la carcoma y tuvimos que quemarlo". El retablo, que se retiró en 2005, se encontraba "desestructurado", con un importante ataque de insectos xilófagos, piezas partidas, saltado de la policromía dorada y además tenía una película completamente negra del humo de las velas que antes iluminaban el templo, asegura Ángeles Penis, responsable de la empresa Gótico Restauración, entidad encargada de la restauración de esta pieza. Partiendo de ahí, la empresa encargada de la restauración desmontó el retablo, le limpió el polvo, trató la carcoma, pegó y colocó las piezas que estaban sueltas, estucó las faltas de pintura y barnizó cada parte para terminar reconstruyendo su estructura. Al mismo tiempo, se procedió a recuperar la talla del Cristo del Peral, que se encontraba "repolicromado con una pintura plástica color verdoso uniforme e incluso algunas zonas se lijaron". Gracias a su trabajo, lograron rescatar la policromía original, que contaba con "muchos latigazos y sangre". El mayordomo de la cofradía finalmente dijo que se encuentran a la espera de ultimar detalles con el Ayuntamiento de Cáceres para arreglar el forjado de la ermita por completo, ya que de momento "sólo se ha rehabilitado el ábside".