Heras comentó ayer su intención de que antes de agosto se haya adoptado un acuerdo en la comisión municipal de Urbanismo sobre cómo se ajusta el nuevo Plan General Municipal (PGM) a las correcciones hechas por Fomento. La principal objeción planteada por la consejería es que hay que reducir los nuevos suelos urbanizables proyectados. El ayuntamiento dispone de un informe y las distintas opciones pasan por una reducción directa de los nuevos polígonos (casi la mitad de las viviendas previstas están en prioridades 2 y 3) y grandes zonas verdes (la Sierrilla es la que tiene más suelo para este fin) o de los aprovechamientos tipos (un potencial lucrativo inferior, con lo que el recorte de suelo urbanizable podría ser menor) de los sectores residenciales.

Recordó que el documento, una vez corregido, podría salir a exposición pública y calculó que para después del verano se remitiría a la Junta para su ratificación definitiva.