El herido al caer al vacío después de que se derrumbara parte del suelo de su cuarto de baño solicita un alquiler social al ayuntamiento. Lo hace a través de su familia ya que él continúa recuperándose en la planta de neumología del hospital San Pedro de Alcántara. Una vez que sea dado de alta no tendrá un lugar en el que alojarse porque la vivienda en la que residía permanece precintada por seguridad por orden municipal. Vivía en la casa en régimen de alquiler. Los propietarios intentan agilizar los trámites para apuntalar la planta afectada y comenzar las obras de arreglo pero por el momento todo continúa igual que el día del accidente.

El herido no vivía solo, sino que compartía la casa con su hermana, una mujer de avanzada edad. «Queremos solicitar una ayuda de alquiler. En mi casa hay sitio para mi madre pero mi tío tendrá que vivir en algún sitio adaptado cuando salga de aquí, lo va a necesitar», indica su sobrina, Soraya Pérez. Se queja porque nadie del ayuntamiento se ha puesto en contacto con ellos desde el día del incidente para ofrecerles ayuda. Ahora están buscando alternativas a través del Instituto Municipal de Asuntos Sociales o de Cruz Roja.

Ya mostraron su queja por este motivo a través de este diario justo después de que ocurriera el derrumbe. La familia aseguraba sentirse abandonada por el ayuntamiento ya que nadie se había dirigido a ellos para preguntar por el estado del herido o para interesarse por la situación en la que quedaba la otra inquilina de la casa. «Vuelvo a quejarme otra vez y lo seguiré haciendo porque no hay derecho», insiste Soraya Pérez.

Los hechos ocurrieron el jueves pasado a primera hora de la mañana. El herido acababa de levantarse de la cama y se encontraba en el cuarto de baño, junto al lavabo. Fue precisamente esta parte la que se derrumbó y dejó al descubierto la bañera y el propio lavabo. Al ceder el suelo el hombre cayó al vacío a una altura de tres metros y terminó en el local de abajo, un bar que lleva años abandonado. El edificio tiene tres plantas: una baja, donde se encuentra el establecimiento hostelero, la primera, donde ocurrió el derrumbe, y una segunda, otra vivienda que estaba vacía.

Según el informe desarrollado por los técnicos municipales las causas del desprendimiento se deben a la humedad que presentaba el forjado, que era de madera. Además en la segunda planta también se han observado grietas en el suelo de la cocina, lo que hace presuponer que en esa zona los forjados puedan tener la misma afectación y corra el riesgo de derrumbarse. Por seguridad el edificio se encuentra precintado, incluido el bar abandonado de la planta baja. Los propietarios deberán ahora realizar un proyecto para su arreglo al que el ayuntamiento tiene que dar el visto bueno.