Pancho, un gracioso pequinés, ha encontrado una nueva familia en Huesca. Feria, una gosd´atura abandonada junto al hípico, ya tiene hogar en Sevilla. La página web abierta por la Asociación Cacereña de Defensa Animal con la fotografía y la historia de todos los perros abandonados ha dado sus frutos. El 30% de las adopciones ya se hacen vía Internet y muchos animales se marchan incluso fuera de la provincia al cobijo de hogares repartidos por media España. Pero las diferencias se mantienen: la protectora registró el pasado año 500 abandonos frente a 350 adopciones.

"En cuanto recogemos un perro le hacemos una foto y la incorporamos a la web (www.protectoracaceres.com). Los entregamos desparasitados, vacunados y esterilizadas en el caso de las hembras, para evitar camadas no deseadas. Esto nos supone un coste difícil de afrontar", explica la presidenta, Juana García, que recuerda la necesidad de socios colaboradores tanto económica como físicamente (sólo tres personas atienden a los animales cada día de forma altruista).

El 60% de las adopciones se realizan directamente, es decir, gracias a usuarios de Cáceres y provincia que acuden a la protectora. El 8% corresponden a galgos y podencos que son reclamados desde Francia y Alemania por asociaciones que defienden estas especies, aunque el final de la temporada de caza ha saturado todo (la protectora tiene 20 en espera). Finalmente, sólo un 2% regresan con sus dueños.

Los abandonos superan con creces a las adopciones y la situación de la perrera es muy complicada. Aunque el ayuntamiento proyecta una nueva instalación, la protectora solicita una reforma que permita trabajar hasta entonces. "Nos cuesta mantener la limpieza necesaria por su estado", indica García.