THtace tan sólo unos días coincidía en el Parque de Cánovas de Cáceres con una persona maravillosa, y más que especial: en sus tiempos se hacía llamar "Juanito", y hoy aún le recordaban así en todo el lugar. El era un torrejoncillano que afirmaba ser el primer camionero que tuvo un trailer en tierra extremeña y parte del territorio nacional. A sus "y pico --omitiré la decena que lo precede--" presumía de haber tenido una vida próspera, afortunada, y completa. Padre de tres hijos, quizás anhelando ser abuelo de tantos más, se mostraba simpático, amable, (¡qué extremeño no lo es!) y se vanagloriaba de ser un aventurero que anduvo miles y miles de kilómetros por Europa en un tiempo en el que todo era diferente a lo actual.

Con su afable acento (¡qué bonito es el hablar de nuestra tierra!) nos contaba una y mil historietas de aquellos años en los que la carretera era diferente, y el país también. De las muchas anécdotas que tuve el privilegio de escuchar, hubo una que despertó las carcajadas de todos los que allí estábamos, cacereños de más y de menos raigambre, todos atentos a cada palabra que salía por su boca: En una ocasión, recorriendo territorio vasco, se paró para ayudar a un compañero camionero que tenía que cambiar una rueda. Mientras procedía a ello, decenas de vehículos pasaban a su lado, por lo que hubo de alertar a aquel oriundo de tierras vascas con un "juí" que le salió de lo más hondo. ¡Juí!, ¡Juí! le gritaba mientras los coches casi le rozaban a su paso.

XCUANTOx más gritaba, menos entendía el otro lo que quería decir ¡Juí!, Juí! Siguió gritando hasta que casi uno se lo llevó por delante y el vasco le recriminó: "Amigo, podías haberme avisado". "Si te llevo gritando Juí! Juí! hace un rato", respondió Juanito. Y es que el ¡Juí! Juí! (¡huye! ¡huye!) no lo había entendido como tal.

Esta semana se llevaban el susto aquellos usuarios de Blablacar y otras redes sociales en las que se facilita contacto para compartir vehículo, aquellos usuarios que siguen tal costumbre, por incurrir en ilegalidad con posible infracción/sanción. Taxistas nacionales con intención de hacer huelga por intrusismo profesional, se unen al Ministerio de Fomento por el uso de tales redes.

Pero no se preocupen los usuarios que tan solo comparten gastos de carburante (yo me declaro partidaria de tal uso), tan sólo se perseguirá a aquellos que se lucren con tal acto --o al menos eso es lo que afirma el Ministerio--. Así es que aquellos que incurran en la prohibición de lucrarse con tales desplazamientos, sólo les queda decirles: ¡Juí! Juí! (como dijera el afamado torrejoncillano Juanito).