El juez que instruye el expediente de quiebra de Waechtersbach ve "totalmente inviable" la cesión temporal de la fábrica a los extrabajadores de la planta que proyectan crear una nueva empresa de cerámicas en Cáceres. En declaraciones a EL PERIODICO, el titular del Juzgado de Instrucción 1 de Cáceres, Federico Alba, encargado de los asuntos mercantiles, advirtió que en la situación en que se encuentra ya el proceso concursal "la liquidación de bienes de esta empresa es un hecho, por lo que paralizar la liquidación de lo que es la fábrica es imposible".

Los 44 extrabajadores de Waechtersbach que secundan el proyecto de crear una nueva empresa de cerámicas mantienen que para poder hacer realidad su proyecto necesitan contar con esta fábrica hasta disponer de la nueva. Según su portavoz, María José García, la única forma de poder mantener los clientes es volver a producir cuanto antes para atender los pedidos que dejaron a medias, "y para ello necesitaríamos que el juez nos permitiera usar la fábrica de Waechtersbach de forma temporal".

Han llegado a reconocer públicamente que de no autorizar el juez el uso de la infraestructura de la planta, "nuestro proyecto se truncaría, pues habría que esperar al menos un año para volver a producir y los clientes buscarían otras industrias", de ahí que hayan pedido tanto al presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, como al alcalde de Cáceres, José María Saponi, que medien ante el juez para que atienda su petición y paralice la liquidación de la fábrica de forma temporal.

UNICA SOLUCION El juez de lo Mercantil insistió en que desde el punto de vista procesal paralizar en este momento la liquidación de la fábrica de Waechtersbach y ceder el uso a estos trabajadores "es totalmente inviable".

En cuanto a la afirmación de la portavoz de los trabajadores indicando que hacer que su proyecto sea posible "está ya en manos del juez", Federico Alba advirtió que esto "es algo que no depende del juez, el juez no puede hacer absolutamente nada". Indicó, en este sentido, que "dependería en todo caso de los acreedores, de que todos se pusieran de acuerdo y aceptaran ceder la fábrica y esperar para cobrar, pero en ningún caso el juez puede decirles a los acreedores que no haya liquidación".

Alba recordó que un proceso concursal puede tener dos vías, el convenio --para reflotar la empresa, ponerla de nuevo en marcha-- o la liquidación, "y en este caso se optó por la liquidación como única solución posible, y es lo que se está haciendo".