"Se ve todo más limpio", comenta Abdón Bravo, mirando hacia la plaza de Pereros, donde antes había colocados varios contenedores, que desde hace una semana ya no están durante el día. "A las nueve de la mañana se los llevan", añade. Pero ésta no es la única ventaja, ya que hay otra que resalta: habrá menos ruido por la noche, "a las doce o a la una de la mañana", recuerda, debido a que camión ya no pasará y no se repetirá lo que ocurría en ocasiones, cuando el camión, por como estaban aparcados los coches, no podía llegar a las Trinitarias, "y traían desde allí arrastrando los contenedores".