La polémica por el uso de la plaza de San Jorge centró ayer la reunión entre el director de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero, Luis Acha, y el portavoz del grupo municipal Ciudadanos, Cayetano Polo. Fue uno de los temas de actualidad que abordaron en el encuentro, en el que Acha trasladó a Polo su malestar porque ciertos eventos le impiden abrir la cafetería que explota la fundación en ese espacio.

La última cita que prohibió al establecimiento hostelero abrir con normalidad fue la celebración del festival de teatro clásico. En San Jorge el Gran Teatro programó cuatro de los trece espectáculos organizados. Esto obligó a cerrar nueve días parcialmente la cafetería, tanto para la representación de las obras como para el montaje y el desmontaje del escenario y de las butacas para el público.

Acha trasladó ayer a Polo que no se niega a que este espacio sea utilizado pero quiere que se compense a la fundación por las pérdidas que supone cerrar el negocio. La polémica se remonta al año 2015, cuando se abrió la cafetería. Ese año, según ha podido saber este diario, Mercedes Calles solicitó ya esa compensación y el Gran Teatro se comprometió a incluirle en los carteles como patrocinador, pero no lo hizo. Este año Luis Acha volvió a pedir lo mismo y esta vez sí lo consiguió, aunque no en los términos acordados.

«Ya hemos manifestado que deben cumplirse los pliegos a rajatabla. El ayuntamiento debe facilitar el desarrollo de una iniciativa privada, que en este caso lleva a cabo la fundación. Lo que hay que hacer es facilitar que ese negocio funcione. Si se decide hacer ahí un evento que le afecta hay que compensarlo o buscar una solución», señaló Cayetano Polo al término del encuentro, que duró dos horas y en el que ninguna de las partes permitió realizar una fotografía.

SIN CARTELERÍA / La polémica este año llevó a que el Gran Teatro no contara con cartelería a un mes de su celebración porque no tenía claro si iba a poder utilizar o no la plaza de San Jorge. Fueron necesarias varias reuniones y la intervención del ayuntamiento para alcanzar un acuerdo. Finalmente el consenso llegó un día antes de que se presentara oficialmente el festival y a diez días de que comenzara. El acuerdo contemplaba la adopción de una serie de medidas técnicas, que tratarían de minimizar el impacto económico que puede ocasionar la ocupación de la plaza para la cafetería Jardín de Ulloa que gestiona la fundación, cuyos beneficios se destinan a actividades culturales y sociales en la ciudad, y garantizar el funcionamiento y la estabilidad de la plantilla del local, según recogió entonces este diario.

Este año el festival de teatro clásico ha contado con 13.000 espectadores tras 18 días de actuaciones. En la plaza de San Jorge se representaron cuatro espectáculos teatrales en la última semana, el resto de las obras tuvieron lugar en el Gran Teatro y en la plaza de Las Veletas. El Museo de Cáceres acogió la exposición de vestuario ‘Siglo de Oro y teatro’, a la que se acercaron 5.000 visitantes. El concierto de música en plazas y palacios, del grupo Música Antiqua, fue uno de los grandes éxitos del festival, concentrando a 350 personas en la concatedral de Santa María. Otra de las obras con más repercusión fue ‘Sueño de una noche de verano’, que representó la escuela de teatro.