La nueva directiva de Caja de Extremadura mantiene la decisión de vender el Coliseum

"Tenemos que analizarlo internamente, valorar las distintas posibilidades que hay y ver cuál es la mejor opción", señaló Bravo que añadió que el tema se podrá sobre la mesa en la próxima comisión de obras sociales, con el objeto de analizar y determinar si en le caso particular de ese local "se puede ir a la venta o se opta por ponerlo en valor".

El actual presidente de la entidad extremeña no se pronunció abiertamente sobre la mejor opción y en todo momento apeló a analizar antes cuál de las posibles es "la mejor salida para la obra social". Por tanto no es definitivo aún que el local se vayan a poner a la venta, aunque entre esas "opciones" a las que se refirió y de las que eludió dar detalles, sí situó la venta como la más factible "dadas las circunstancias actuales".

Hacerlo permitiría llevar a cabo otras actuaciones de la obra social. "No urge la venta, pero si se opta por ello se pondrá en el mercado y --que la entidad se desprenda del local finalmente-- dependerá de las ofertas que lleguen", subrayó Bravo. Para él, que se opte por la venta o po mantenerlo a expensas de lo que se pueda hacer con él en el futuro dependerá de "los resultados de la caja y las acciones que queremos llevar a cabo dentro de la obra social", dijo

ANTECEDENTES El futuro del antiguo cine Coliseum como establecimiento comercial surgió en enero del 2007 cuando Zara, emblema de la cadena de moda del Grupo Inditex, se interesó por este local, con una ubicación privilegiada en la arteria principal de la ciudad (número 15 de avenida de España) y casi 4.000 metros cuadrados. Caja Extremadura, su entonces ya propietario, contaba con crear en el inmueble un centro socio-cultural. "Es cierto que Zara ha preguntado por el local, pero no ha hecho ninguna oferta ni ha visitado el edificio", explicaron fuentes de la entidad durante el mandato de Jesús Medina, que negaban en todo caso la existencia de negociaciones al respecto.

Caja Extremadura compró el local al obispado en 1997 para convertirlo en un gran espacio cultural. Sin embargo, tras el abandono de Zara, tampoco lograron sacar adelante ese proyecto. En parte fue por la oposición de los vecinos del número 15 de la avenida de España, muy críticos con el proyecto de la caja, y también por las dificultades legales del proyecto --entre ellas que los locales no cuentan con salida de emergencia--, pendientes de la aprobación del plan de urbanismo. Precisamente Caja de Extremadura presentó una alegación al plan para que se rebajara el nivel de protección que tenía el edificio situado entre los locales y el chalet de los Málaga, por el que se habilitaría la salida de emergencia del antiguo Coliseum.