Aunque desde hace unos dos meses la sede de la Asociación de Vecinos de Nuevo Cáceres permanecía cerrada, ayer se formalizó su entrega al ayuntamiento. El presidente del colectivo, José María Tovar, dejó en la secretaría las llaves, un ordenador y una impresora, a los que acompañaba un escrito poniendo a disposición del consistorio el resto del mobiliario, presentado en un CD con fotografías.

Precisamente, la compra del ordenador y la impresora fue el origen de la retirada de la subvención municipal al colectivo desde 2004. El ayuntamiento no contempla este material como subvencionable, aunque los vecinos se quejan no se les ha mostrado "decreto o ley alguna" que establezca esta circunstancia.

A la polémica por los fondos sin los que, según el colectivo, no podían desarrollar sus actividades y proyectos, se suma la espera de la asociación por contar con un nuevo local, pues en el actual, en los bajos de un bloque de viviendas, causan molestias de ruidos a los vecinos y se ha quedado pequeño. El colectivo propuso utilizar, junto a otros colectivos, el salón del edificio cedido al Ateneo y cuya concesión acababa en el 2006, pero Tovar criticó ayer que, pese a que el el alcalde "se comprometió" a buscar "soluciones alternativas", se ha vuelto a ceder a la misma asociación.

El presidente de Nuevo Cáceres dijo que habían decidido entregar el material para que no se les acuse de hacer un uso "no correcto" de bienes municipales y confiando en que se devuelva a los vecinos cuando se les conceda una nueva sede. En este sentido, Tovar afirmó que ahora le toca mover ficha al ayuntamiento y que "ya no procede" pedir más reuniones para tratar este asunto. Mientras tanto, el colectivo seguirá trabajando reuniéndose "en algún bar, en casa de vecinos o en la sede de Cocemfe, que amablemente la han puesto a nuestra disposición", aseguró.