Diecisiete años después de que la Unesco declarara a Cáceres ciudad patrimonio de la humanidad y 10 años desde que ingresara como socia fundadora en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, la capital cacereña vivió otro de sus momentos gloriosos el pasado martes cuando en la cumbre de alcaldes de Alcalá de Henares este grupo patrimonial apoyó la candidatura de Cáceres para convertirse en Ciudad Europea de la Cultura en el año 2016.

Aunque la elección definitiva corresponde al gobierno, el del grupo de ciudades supone un importante espaldarazo a las pretensiones de Cáceres, ciudad que ha buscado en los últimos tiempos mecanismos para convertir su casco monumental en el buque insignia que sea capaz de colocar a nuestra ciudad a la cabeza de la modernidad.

Para cumplir ese objetivo parece fudamental el reto del 2016, un proyecto electoral de José María Saponi (PP), y en el que el alcalde, a golpes de diplomacia, ha sabido involucrar al resto de grupos políticos. Así, y sin ir más lejos, la Asamblea de Extremadura aprobó el jueves una declaración institucional conjunta para instar al Gobierno de España a que respalde ante las instituciones europeas la candidatura cacereña.

Además de los apoyos del presidente de la Junta, de ayuntamientos, de los comerciantes de todas las ciudades patrimonio de la humanidad y de ciudades portuguesas, la ciudad entera se ha volcado en este ambicioso proyecto.

LA EVOLUCION Pero antes de iniciar la carrera hacia el 2016 Cáceres ha vivido 17 largos años en los que ha consolidado su rico y exclusivo patrimonio en una oferta turística sin precedentes. El Cáceres de 1993, que pasará a la historia por la designación de la Unesco, estuvo lleno de curiosos acontecimientos como la inauguración de una escultura a Hernán Cortés (el famoso caballo) o el estreno procesional del Cristo Negro (una de las señas de identidad de nuestra Semana Santa).

José María Saponi, el actual alcalde, valora la declaración de la Unesco y el ingreso de Cáceres en el grupo de ciudades patrimonio de la humanidad como "un reconocimiento, una distinción cultural y una marca de identidad muy importante".

Para Saponi "el ser portador del nombre de Cáceres por muchas partes del mundo ha sido una honra especial si tenemos en cuenta que el conjunto monumental tira de nuestra ciudad como ciudad moderna de