Las obras de reforma de la perrera municipal se acometerán antes que comience el próximo otoño. El anuncio en la agilización del procedimiento para que puedan iniciarse los trabajos fue dado a conocer ayer por la alcaldesa Carmen Heras, tras visitar por primera vez las instalaciones situadas en el campus universitario junto a Veterinaria.
Con un presupuesto de 60.000 euros, el proyecto de remodelación salió a subasta el pasado 18 de mayo tras seis años de espera por parte de la Asociación Cacereña para la Defensa de los Animales, colectivo que gestiona este servicio que cada año recoge una media de entre 500 y 600 perros y gatos abandonados. Según confirmó Heras, a la subasta han concurrido dos ofertas que tienen que ser estudiadas aún en la mesa de contratación municipal. Aunque no pudo precisar un plazo concreto, avanzó que, debido al estado de las instalaciones, está previsto que la adecuación se inicie antes de que llegue el mal tiempo. "Vamos a intentar que sea lo más pronto posible, en función de los plazos preceptivos, y darle una cierta ligereza", subrayó. El plazo de ejecución fijado en la convocatoria es de dos meses.
Sobre la situación de las instalaciones y la gestión del servicio, Heras apuntó que "se hace una buena labor social" y lamentó que los abandonos de animales se sigan produciendo en nuestra sociedad. Con el objetivo de que la protectora preste una mejor atención a los usuarios, mostró su disposición a invertir en las instalaciones para que sean "decorosas y se pueda atender lo mejor posible a los animalitos". Dos trabajadores --uno a tiempo parcial y otro a completo--, se encargan de la atención a los animales y el mantenimiento de la perrera junto a los voluntarios de la protectora. Además de los donativos de particulares, el servicio recibe 12.000 euros anuales del ayuntamiento para la comida de los animales. Heras garantizó que ambos contratos de trabajo se mantendrán.
En la actualidad, según reconoció Juana García, presidenta de la protectora, la perrera está por encima de su capacidad ya que acoge a 80 perros y 14 gatos, cuando el espacio disponible apenas supera las 60 plazas. Los felinos conviven en una habitación de las instalaciones por la falta de gateras con el consiguiente peligro de que contraigan enfermedades, otra de las peticiones que ayer trasladó el colectivo a la alcaldesa. García valoró como "positivo que por lo menos un alcalde venga a conocer las instalaciones" ya que, afirmó, hasta ahora solo lo había hecho en un par de ocasiones la anterior concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro.
LAS NECESIDADES La responsable de la protectora marcó como principales necesidades del servicio el arreglo de suelos por la acumulación de suciedad en socavones y agujeros, junto al recorte de muros de las perreras y las chapas de las puertas para que los perros no se hagan daño en las patas. García estimó que esta actuación "no es excesivamente cara" y añadió que también es urgente actuar en los cheniles para que evitar que entre agua y hacer un cuarto de baño para el personal que trabaja en las instalaciones.
Durante su visita, Heras pudo conocer al detalle el estado actual de la perrera, donde los canes tienen que compartir mismo espacio debido a la fuerte demanda del centro. Como ejemplo, hasta siete perros conviven en una de las perreras. "El tope que podríamos acoger sería entre 60 y 63 perros como mucho y siempre estamos de 80 para arriba", subrayó. La protectora también desparasita a los animales antes de llevarlos al veterinario y solo realiza eutanasias "cuando la situación es irreversible", explicó la portavoz del colectivo.
En su recorrido, los responsables de la protectora mostraron a la alcaldesa los últimos cachorros que fueron abandonados hace unos días en las puertas de las instalaciones con un mensaje en el que sus dueños pedían perdón por dejarlos allí. Heras se acercó a ellos para acariciarles mientras eran sostenidos por la presidenta de la asociación. También le mostraron la habitación donde se mezclan los gatos de distintas razas que llegan a este centro de acogida .
