Senderos, pérgolas, mesas, bancos de madera, plantación de arbolado propio del bosque mediterráneo y de los ecosistemas ribereños, un espacio acuático con juncos y nenúfares, arroyos encauzados mediante azudes y pequeñas represas... Las máquinas ya han comenzado a trabajar en el campus cacereño para realizar una completa mejora ambiental del entorno, que permita integrar las zonas verdes en la vida universitaria y convertirlas a la vez en una gran área didáctica para los propios estudiantes. Este plan se enmarca en el convenio firmado entre la Universidad de Extremadura y la Confederación Hidrográfica del Tajo, y su desembolso global ascenderá a un millón de euros.

El proyecto tiene el objetivo de revalorizar ambientalmente el campus, y por ello destaca la plantación de especies autóctonas de los diversos entornos naturales extremeños, para lograr un mayor conocimiento de la región por parte de los propios universitarios. Los ecosistemas que estarán representados serán el bosque mediterráneo, con sus encinares, alcornocales, jarales, enobrales y pinares, otros bosques que incluyen cerezos, almendros y castañares, y varios ecosistemas ribereños con saucedas, chopos, fresnos y abedules. También se habilitará un ecosistema acuático con juncos, nenúfares y demás variedades.

UNA DOTACION COMPLETA Todo ello formará un extenso espacio interpretativo, unido por una red de sendas peatonales que cubrirá 11.000 metros cuadrados y conectará distintas dependencias universitarias, haciendo las veces de una extensa aula medioambiental. Los caminos principales tendrán iluminación, y en su entorno se instalarán varios elementos de madera: vallados de protección, pérgolas octogonales, mesas de madera con bancos, papeleras... Además, las obras introducirán una completa red de riego para llevar el agua a las nuevas plantaciones.

Los tres arroyos que atraviesan el campus también dejarán de ser un obstáculo para transitar por la zona y se convertirán en elementos integrados y enriquecedores de este espacio. El proyecto incidirá en la limpieza de cauces, la plantación de especies específicas de ribera y la creación de represas de retención de agua. En definitiva, habrá un tratamiento forestal del entorno universitario que además acabará con los problemas de inundaciones y filtraciones.