Casi medio millar de puestos de trabajo. La feria de San Fernando en el recinto ferial genera más de 400 empleos que, aunque sean temporales --de apenas cinco días--, ayudan a quienes les cuesta llegar a fin de mes, se encuentran en el paro o tienen agujeros que tapar. Camareros, cocineros, miembros de seguridad, runners (recoge-vasos), bailarines o djs componen la plantilla de la feria.

Capote, María Bonita, El Redoble, Velvet y El 5º Pino lideran el ránking en cuanto a número de contrataciones con 70, 60, 51, 50 y 45 puestos de trabajo creados respectivamente. Cristina se ha quedado sin empleo hace poco y no se lo pensó dos veces cuando tuvo la oportunidad de trabajar como camarera en la feria. «Estoy muy contenta, hay muy buen ambiente. Se echan horas pero, para ser mi primer año, cuando me doy cuenta es de noche ya», confiesa Cristina, que reconoce que «merece la pena» porque «te sacas un dinerito para poder disfrutar de unas buenas vacaciones». Lo peor, y con ella coinciden también otros camareros o runners, son las horas muertas. «Tienes el ritmo cogido y cuando baja el ambiente, que la gente se va a cenar, se nota un poco más el cansancio porque te quedas más tranquila. Pero luego llenamos la barriga y recuperamos», subraya entre risas.

Carlos, por su parte, lleva ya una década trabajando en San Fernando. «Tengo mi trabajo pero esto es un buen suplemento para darte algún capricho, tapar agujeros...», reconoce Carlos, que prefiere el bullicio a las franjas horarias en las que se queda más vacía la caseta. «Animo a la gente que no tiene empleo a que intente trabajar en feria porque con cuatro o cinco días te sacas un buen dinero. Se trabaja mucho pero compensa». Como él piensa Macarena, también veterana en el recinto ferial. «En esta caseta llevo dos años, pero en la feria cuatro ya. Más que por el dinero, que también porque es una paliza pero merece la pena económicamente, lo que más me gusta es el ambiente de trabajo que hay siempre. Tenemos muy buena relación todos los compañeros y eso es clave», remarca.

La otra cara de la moneda son los cacereños que van al ferial a disfrutar. Ayer fue el turno de la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, fundada en 1972 y perteneciente a la Federación Extremeña de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Feaccu). Casi un centenar de sus miembros almorzaron a mediodía en la Casa de Andalucía, donde llevan juntándose cinco años.

«Son ya diez años quedando en feria y antes ya lo hacíamos en restaurantes», confiesa Ana Hermoso, presidenta del colectivo. «Nos gusta venir al ferial porque estamos más en familia. Si quisiéramos hacer esto en el centro no podríamos porque hasta aquí nos han puesto límite de comensales», reconoce Ana, que revela que en todas las casetas que han estado se han sentido muy bien. «En Casa Diego, en la de la COPE... nos han tratado genial y aquí en la Casa de Andalucía también. Tiene mucha amplitud, se está fresquito y hay muy buena comida», destacó la presidenta del colectivo, que cuenta actualmente con unos 2.000 afiliados.

En cuanto a los incidentes, la asociación DYA publicó ayer el parte de intervenciones en la jornada del jueves, donde se reforzó el dispositivo sanitario con un soporte vital básico (SVB), otro avanzado (SVA), un puesto sanitario y un equipo médico. Tras las 11 y siete intervenciones que tuvieron lugar martes y miércoles, DYA prestó el jueves asistencia sanitaria hasta en 30 ocasiones, siendo necesario el traslado de cuatro personas a centros hospitalarios, aunque ninguna de ellas revestía gravedad, según informaron ayer fuentes de la asociación.

Ayer, al cierre de esta edición DYA había realizado nueve asistencias sanitarias, todas de carácter leve, por cortes en los pies (debido a andar con sandalias), una lipotimia y una quemadura leve en una atracción.