La Policía Local investiga la celebración de peleas de gallos en la ciudad. La investigación se ha abierto después de que fuera encontrado un gallo con la cabeza totalmente ensangrentada en la barriada de Nuevo Cáceres. Fue recogido por el Refugio San Jorge, aunque las heridas que sufría le provocaron horas después su muerte.

Fue la policía quien llamó al Refugio, alertándoles de que por las características era un gallo de pelea. Le faltaba el pico y la cresta, que probablemente había perdido durante la actividad.

Las peleas de gallos están prohibidas en Extremadura desde que entrara en vigor la ley de protección animal en el año 2002, sin embargo su venta y comercialización aún se permite. Llegan a pagarse de 400 a 1.000 euros por estos animales, que son muy flexibles y de mucha agilidad porque no superan los dos kilos de peso. Sin embargo la mayor parte de los gallos criados en la región se utilizan para riñas en Andalucía, única región española donde no están prohibidas junto con Canarias. Fuera de España su principal destino son los países americanos.

No son algo inusual las peleas de gallos en la capital cacereña, a pesar de ser una práctica ilegal. Según las primeras informaciones se cree que estas se están llevando a cabo en Aldea Moret, sin embargo la policía no confirmó ayer este dato ni quiso ofrecer más detalles debido a que la investigación se encuentra aún en curso.

Según la ley regional queda prohibida la utilización de animales «en espectáculos, peleas, fiestas populares y en otras actividades, cuando ello comporte crueldad o malos tratos» y detalla además la prohibición de «organizar y celebrar peleas de gallos, perros y prácticas similares». Está tipificado como una infracción muy grave, para la que la legislación contempla sanciones que van desde 1.501 hasta 15.025 euros. En este caso, indica la policía, habría que sumarle el delito de maltrato animal, penado con multas de 301 a 1.500 euros.

los preparan / Los gallos de combate están listos para pelear a los 18 meses de vida. En las riñas utilizan el pico y las espuelas de sus patas. Las heridas son habituales, aproximadamente uno de cada diez muere. El resto se utilizan para futuras peleas. En Filipinas, excolonia española, es un deporte nacional. En Europa están permitidas en la región francesa de Calais, aunque el principal comprador de gallos es América Latina.

Esta actividad, como explica Santos Benítez en uno de los artículos publicados en este diario, fue muy popular en Cáceres en los siglos XIX y hasta los años 70. Una de las instalaciones dedicada a las peleas de gallos estuvo ubicada en la calle de Reñidero de Gallos, que aún hoy conserva su nombre, en Aguas Vivas, también se celebraban en el antiguo cocherón que estaba situado en la esquina de Alfonso IX con la calle Comandante Sánchez Herrero, en cuyo solar se alza hoy la delegación de Hacienda o en el torreón del Convento de San Pedro, entre las calles San Pedro y Felipe Uribarri. Comenzaron a decaer en los años 70. En la actualidad están prohibidas.