La Asamblea de Extremadura permitirá la dedicación exclusiva de todos sus diputados. Aunque algunos no ven con buenos ojos la profesionalización de la vida política, la profesionalización de cualquier actividad supone un gran avance pues permite dedicarle todo el tiempo necesario, especializarse, estar disponible para proseguir con la formación y adaptarse a las nuevas técnicas y procedimientos. ¿ Por qué lo que se ve como un logro en el mundo empresarial, el de las profesiones liberales e incluso en el deporte, no goza del mismo aprecio en la actividad política siendo esta la actividad humana que goza de mayores controles y fiscalizaciones?. ¿ Qué falla?.

En primer lugar trascienden los aspectos más banales de la actividad política, aquellos que suscitan el morbo, pero no los que suponen esfuerzos y trabajos. En segundo lugar en la selección de personal de los partidos prima más la adhesión incondicional que las capacidades y preparación. En tercer lugar, los medios han dejado de ser un control para pasar a alinearse con un partido.

Si la vida profesional de un empresario, profesor o abogado no tiene más límites que su rendimiento laboral, en principio no debería haber ningún problema para que la vida política tuviera el límite que decidieran los votos de los ciudadanos. Porque la cuestión no es que vivan de la política, ni que cobren poco o mucho, sino que rindan de acuerdo con la responsabilidad adquirida, quedando el juicio en manos del votante. Un criterio que es hoy imposible de ejercer pues no se votan personas sino la lista de un partido que, a la vista está, es consecuencia de las estrategias y los intereses de unas élites confabuladas para permanecer y que a veces obligan a votar tapándose la nariz.