El portavoz del Grupo Popular en la diputación, Fernando Manzano, afirmó ayer que el 2005 ha sido "el año de los incumplimientos y las mentiras del Partido Socialista". Puso como ejemplos al consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, y al presidente provincial, Juan Andrés Tovar, por no haber transferido el psiquiátrico de Plasencia al Servicio Extremeño de Salud, y cifró su coste en más de 15 millones de euros para la diputación. Manzano aludió también a la situación del hogar infantil Julián Murillo y dijo que tampoco se ha cumplido el compromiso de que todos los trabajadores pasen a depender de la Junta.

Asimismo, indicó que el gobierno provincial "no atiende las necesidades reales" de los municipios y se mostró contrario a que la diputación siga manteniendo "los casi 1.800 kilómetros" de carreteras. El portavoz popular criticó al equipo de gobierno por "improvisar y no gobernar" y aseguró que áreas como Personal o el Sepei "tienen muchos problemas".

CERRADO EN FALSO Manzano hizo hincapié en el servicio de los bomberos del que, dijo, "ha sido el conflicto más importante que ha tenido la diputación provincial a lo largo de toda su historia". Aseguró que este asunto había sido "el punto negro del 2005" y afirmó que la crisis "está cerrada en falso". Manzano se mostró "sorprendido" de que el jefe de servicio del Sepei, José María Acosta, siga en su puesto a pesar del compromiso "verbal" para que dimitiera del cargo, tras la información que ayer recibió de los bomberos.

El portavoz popular incidió en la idea de que los miembros del equipo de gobierno "están con la mirada puesta en las próximas elecciones e intentando hacer méritos entre los alcaldes y ante su propio partido para repetir como cargo público".

Manzano afirmó que los socialistas "han hecho de la política una forma de vida en la que están estancados y lo único que les preocupa es mantener su estatus económico". Aludió a los ocho diputados liberados en el gobierno provincial y a siete que cobran "tanto como ellos".