El portavoz del PP en la diputación, Fernando Manzano, aseguró ayer que los cacereños "no quieren las migajas de los proyectos de Badajoz". Con esta declaración resumió la crítica del grupo popular en la institución provincial por el retraso de proyectos en la provincia por parte del Gobierno, la Junta y la diputación, una denuncia que centró en los mandatarios socialistas de estas instituciones. Manzano dedicó parte de su alocución, en una comparecencia ante la prensa, al proyecto de nuevo hospital para Cáceres, una intervención que, según Manzano, no avanza.

El portavoz aseguró que las obras están paralizadas. "El terreno --añadió-- ya estaba cedido por el anterior gobierno, pero hasta ahora no ha habido movimientos de tierra", señaló.

Manzano se refirió a otras infraestructuras en ejecución o proyectadas que para el PP llevan un retraso considerable. Así se refirió a la paralización de la autovía Navalmoral-Plasencia, a las dudas sobre la conversión en autovía de la N-521 desde Trujillo a Portugal o a los retrasos en la A-66 y el AVE a su paso por la provincia. Manzano recordó que el PP "se ha quejado en muchas ocasiones, pero los socialistas cacereños han estado callados, comportándose como unos cínicos por permitir estos retrasos".

Añadió que Badajoz cuenta con el hospital Infanta Cristina, con un aeropuerto y con una refinería, lo que condicionaría el contenido del proyecto industrial anunciado para Cáceres, "por lo que tendremos que esperar a que se implante algo más en esta provincia para aspirar a contar con un verdadero proyecto en Cáceres", dijo.

Manzano acusó a los socialistas cacereños, y sobre todo a su secretario provincial, Ramón Ferreira, por no protestar ante el gobierno regional de Rodríguez Ibarra por "tener olvidado al norte de Extremadura". El portavoz del grupo popular expresó su queja ante la falta de ayudas para el desarrollo en Cáceres, sobre temas como la problemática del tabaco y el cierre de la Central de Almaraz, entre otros.