La presencia de miembros de la Guardia Real en la serranía de Piornal no es algo extraño para los vecinos del pueblo más alto de toda Extremadura. El alcalde, Angel Rama, recordaba ayer que durante el año 2000 se vio a los mandos por la localidad y comentó que "solían hacer maniobras aquí. Se iban, sobre todo, por la sierra".

Las inmediaciones del cámpig y la Hospedería La Serrana eran los puntos de encuentro fundamentales de los militares. Precisamente en La Serrana se celebró la cena en la que la unidad quería expresar a las autoridades su agradecimiento por su colaboración y hospitalidad. Fue en el transcurso de esa cena en la que el oficial ahora condenado a cinco meses de prisión bebió alcohol de diverso tipo, según refleja la propia sentencia.

Por otro lado, la defensa del condenado alegó que no consideraba que el teniente hubiera humillado con su actitud a la soldado, "en una época --decía-- en la que el desnudo femenino está, por así decirlo, a la orden del día"