No paraba de reír mientras Juan Carlos Fernández Rincón hablaba. Lo que parecía un chascarrillo se convirtió en una anécdota nostálgica tanto para la reina como para el presidente del Banco de Alimentos. Y es que Fernández Rincón trabajó de 1981 al 1985 en los servicios de seguridad de la casa real. Treinta y cinco años han pasado de aquello y ayer volvieron a encontrarse. «Quién iba a imaginar que nos íbamos a ver aquí después de tantos años», concluyó Fernández Rincón.