La concejala de Cultura, Carmina Santos (Foro Ciudadano), aseguró ayer a la Agencia Efe que la prohibición de las corridas de toros aprobada en el Parlamento de Cataluña "es un atentado contra la más mínima expresión de libertad y pienso, además, que se ha logrado de una forma antidemocrática". Santos afirma que para prohibir una tradición histórica "tan importante como es la tauromaquia, tan arraigada en toda la geografía nacional, no se debería haber contado sólo con la opinión de los políticos sino que el pueblo soberano debería haber dicho algo, y estoy segura de que el resultado hubiera sido otro".

La concejala asevera que la prohibición "atenta contra la libertad de expresión y asesta un golpe de proporciones incalculables a nuestros valores culturales más arraigados y antiguos, así como a nuestro acervo cultural y a nuestro patrimonio tradicional". En su opinión, los defensores de la fiesta taurina "se han dejado pisotear el terreno, y es que fue muy triste ver sólo al torero catalán Serafín Marín, abatido, en la balconada del Parlamento".

También señala que el estudio de la votación refleja "una gran abstención, lo que quiere decir que una amplia mayoría de los políticos catalanes no tenía claro el tema". En este sentido, argumenta que el PSOE "se ha dejado meter un bajonazo, porque de lo que no me cabe ninguna duda es de que esto sólo persigue un objetivo político, como es la separación de Cataluña del resto de España, en la única fiesta que representa por igual a toda la geografía hispana".

"Me parece increíble que tenga que ser una socialista francesa, Bernardette Vergnaud, la que vaya a defender en la Eurocámara la fiesta de los toros, mientras el Gobierno español, que concede medallas de Bellas Artes a toreros, permanece impasible ante este ataque independentista de la clase política catalana", apunta.

Santos se pregunta ué pasará ahora con las partidas presupuestarias que la Unión Europea concede a España con motivo de la protección del toro de lidia. "Y lo que es más grave, qué consecuencias económicas se derivarán de esta prohibición, cuando 7.000 puestos de trabajo dependen directamente del mundo taurino".