Anque una sola muerte supone una tragedia, hay que reconocer que los datos de la DGT son muy positivos. El número de fallecidos en las carreteras de la provincia cacereña se ha reducido desde los 72 registrados en el año 2002 hasta los 14 de 2012, según los datos oficiales. De igual modo, los heridos graves han experimentado un fuerte descenso de 261 a 82 en este mismo periodo, y los leves también bajan de 942 a 626. Por tanto, el cómputo total de víctimas (muertos y heridos) cae de 1.275 a 722, y también desciende el número de accidentes con víctimas: de 628 a 472 en diez años. Se trata de una mejora muy valorada por los responsables de la Jefatura Provincial de Tráfico, donde siguen trabajando desde distintos frentes para que estas cifras disminuyan más aún.

"Nuestra preocupación por reducir la siniestralidad, y sobre todo el número de fallecidos, es constante", indica el subjefe, José Grande, quien atribuye la bajada de la última década a varias razones. Destaca el comportamiento responsable de los usuarios, "que realizan un mayor uso de los dispositivos de seguridad como el cinturón, el casco o los sistemas de retención infantil", explica. Asimismo, las velocidades medias han descendido y existe más conciencia de las consencuencias que acarrea el consumo de alcohol o de sustancias estupefacientes.

Pero además, prosigue José Grande, "ha influido la mejora de las infraestructuras viarias y la modernización del parque de vehículos". También han incidido en estos diez años las modificaciones en las pruebas de la obtención de permisos de conducción, de modo que los usuarios salen más preparados de cara a las circunstancias actuales.

OJO A LAS VIAS URBANAS Respecto a los 472 accidentes con víctimas contabilizados en 2012 (último año con datos definitivos), la mayoría se produjeron en vías interurbanas (390) y el resto en urbanas (82). Curiosamente, mientras que la siniestralidad ha bajado de forma notable en las primeras durante la última década, en cambio ha subido en las segundas. La diferencia es que los accidentes dentro de los municipios cacereños provocan menos heridos graves (7 en 2012) que los que ocurren en carretera (75). También el número de muertes resulta muy dispar: 14 en vías interurbanas y ninguna en urbanas durante 2012.

En el conjunto de España la reducción también ha sido muy evidente, desde las 152.264 víctimas de 2002 hasta las 117.793 de 2012. Paralelamente, el número de fallecidos ha descendido de 5.347 a 1.903, y los heridos graves han bajado de 26.156 a 10.444. Existen algunos aspectos muy llamativos, por ejemplo los atropellos a peatones, que han disminuido en diez años hasta la mitad: de 776 a 376.

OBJETIVO GENERAL Para seguir con esta trayectoria positiva, "es fundamental entender que tanto los usuarios de las vías como los agentes implicados en estos cometidos tienen su responsabilidad, que se extiende además a las administraciones y también a las empresas en los trayectos de los empleados al trabajo (in itinere ) o durante la realización de sus cometidos laborales", explica el subjefe provincial de Tráfico.

El objetivo final es llegar a la cifra de 'cero fallecidos' . Parece difícil, "pero había previsiones que se antojaban inalcanzables y finalmente se han conseguido con esfuerzo, trabajo e implicación", señala José Grande. La constante mejora de la seguridad de los usuarios exige, según el responsable, una combinación de actuaciones legislativa, educativas y divulgativas, "y por supuesto el control policial", subraya. Respecto a las legislativas, acaban de entrar en vigor nuevos preceptos como la obligación de llevar casco para todos los ciclistas menores de 16 años en vías urbanas e interurbanas, el aumento de las sanciones por consumo de drogas y alcohol con efectos en la conducción, la prohibición de utilizar detectores de radar e inhibidores, y el aumento en 20 días naturales del plazo para recurrir sanciones.

Además, la DGT va trazando planes estratégicos de seguridad vial que están logrando resultados. El correspondiente al periodo 2005-2008 consiguió la reducción de la accidentalidad y del número de fallecidos, y además arrojó datos que sirvieron para identificar problemas concretos, actuar sobre los mismos y trabajar en la concienciación de determinados colectivos. Todo ello se recoge y se aplica en el Plan Estratégico 2011-2020, que pone especial acento en la seguridad de niños, jóvenes, mayores, peatones, ciclistas y motoristas, es decir, en los usuarios más vulnerables de las carreteras.

El nuevo plan también está incidiendo en los peligros del consumo de alcohol, drogas y medicamentos, tanto en zonas urbanas como en carreteras convencionales. Asimismo, hace hincapié en la lucha contra los accidentes in itinere o los que se producen durante el horario de trabajo, y pretende que las empresas los incluyan dentro de la prevención de riesgos laborales.

AYUDA A LAS VICTIMAS Además, según explica José Grande, también está funcionando en Cáceres la Unidad de Coordinación de Víctimas de Accidentes de Tráfico, que la DGT ha habilitado en todas las jefaturas provinciales. Facilita información y acceso a los recursos existentes a las personas que han sufrido un siniestro, "con el fin de velar por sus derechos", afirma el subjefe.

También se ha mejorado la recogida, el análisis y la difusión de datos sobre accidentalidad, implicando por ejemplo a los ayuntamientos, "porque todas estas conclusiones son muy válidas para futuras actuaciones de cara a la prevención", incide José Grande. "También se organizan charlas dirigidas a distintos grupos de población, se promueven planes de seguridad vial para colectivos y empresas, y continúan las campañas de información y concienciación, vigilancia y control", matiza el responsable.

Todas las medidas están encaminadas a reducir hasta el mínimo posible los accidentes. En la provincia de Cáceres la bajada ha sido muy acentuada en las carreteras interurbanas, pero no en las calles de las ciudades y pueblos, donde han subido de 35 a 82 en diez años, eso sí, con menos consecuencias al tratarse de golpes más leves. La jefatura afirma que las distracciones son un factor importante y que hay que caminar hacia una movilidad sostenible, "con más desplazamientos a pie, en bicicleta y en bus, y también reduciendo los riesgos de los trayectos al puesto de trabajo con más responsabilidad y conciencia por parte de todos", matiza José Grande.