Un grupo de investigadores rusos ha descubierto en la provincia de Arcángel, al noroeste de Rusia, los supuestos restos mortales de Iván VI, el único zar cuyo lugar de sepultura se desconocía hasta la fecha.

"Los expertos consideran que la probabilidad de que los restos sean auténticos es muy elevada", ha declarado el jefe del equipo que encontró los huesos en la localidad de Jolmogory, Anatoli Karanin. Los arqueólogos localizaron en el lugar de sepultura un sarcófago con restos de una persona joven que presentaba un orificio por herida de espada en su omóplato izquierdo. Los expertos deben realizar todavía una prueba de ADN que compare los restos hallados con los de los hermanos de Iván VI, enterrados en Dinamarca.

EL HOMBRE DE LA MÁSCARA DE HIERRO RUSO

Karanin ha señalado que el zar Iván VI "pasó recluido 20 de sus 24 años" y ha comparado su vida con la del hombre de la máscara de hierro, el supuesto hermano gemelo del rey francés Luis XIV cuya historia fue recreada por el escritor Alejandro Dumas en el siglo XIX.

Nacido en 1740, Iván VI Antonovich fue proclamado emperador a la edad de dos meses, tras la muerte de la emperatriz Ana, su tía abuela. Las disputas en torno a la regencia dieron origen a una serie de golpes palaciegos que un año más tarde instauraron en el trono ruso a la emperatriz Isabel.

Toda la familia de Iván VI fue confinada en Jolmogory, donde el exemperador pasó casi 12 años. En 1756 fue trasladado a una celda solitaria de la fortaleza de Schlisselburg. Finalmente, fue asesinado por unos guardias, después de que un oficial intentara liberarlo en 1764, y sepultado en un lugar secreto.