Desde el sábado, más de uno de los lectores que se habían entregado al genio de David Foster Wallace y lo habían elevado a la categoría de autor de culto repasan pasajes de La broma infinita , Extinción y otros de sus escritos, y encuentran o quieren encontrar claves que den sentido a la noticia. El cuerpo sin vida de Wallace fue hallado por su esposa en su casa de Claremont, en California, el viernes a las 21.30 horas. Se trataba, aparentemente, de un suicidio. Y la soga que acabó con su vida a los 46 años ahogaba una de las más destacadas voces de la literatura de las dos últimas décadas y dejaba conmocionados a miles de amantes de la letra impresa.

En Nueva York, por ejemplo, se reunía el círculo nacional de críticos literarios y "lo que debía ser una fiesta se convirtió en un funeral", según declaraba David Ulin, editor de libros en el Los Angeles Times . "Wallace es uno de los principales escritores que devolvió a la novela a finales de los 80 y principios de los 90 ambición, una sensación de juego, alegría en la narración y una exuberante experimentación de la forma", dijo un emocionado.