En España, el pago de las compañías discográficas a algunas radiofórmulas para promocionar novedades ha sido una práctica muy extendida. Nunca ha habido una sentencia que penalizara estas estrategias, cuya existencia, por otra parte, no ha sido reconocida oficialmente pese a ser un secreto a voces. Ultimamente, sin embargo, la crisis de la industria ha redundado en una menor influencia en las emisoras, según admiten diversas fuentes del sector consultadas en nuestra país.