Visiblemente enfadado, Angel Marcos, entrenador del Cacereño, se quejó de la actuación del árbitro durante el derbi ante el Arroyo. "Me ha defraudado --dijo--, lo conozco, lo he visto en otras ocasiones y creo que no ha estado a la altura". El preparador verde se quejaba de dos jugadas concretas, un posible penalti sobre Soto no pitada y, sobre todo, el gol anulado a Gonzalo por supuesta falta a Campins en el salto. "Esa situación podría haber marcado el resto del partido", matiza, pues el resultado en ese momento era de 0-0. También se quejó el técnico del elevado número de amarillas a lo suyos, ya que las primeras cinco tarjetas del partido fueron para ellos. "Era difícil que acabáramos todos. A los jugadores se les va sacando de quicio con determinadas decisiones y eso se acaba pagando".

Para Marcos, fue el Cacereño el que llevó "un poco más" el peso del partido y coincidió con Pato al señalar que el desarrollo del juego cumplió el guión previsto. Y reconoció que el derbi le ha dejado una "mala sensación", sobre todo porque "hemos perdido por causas que no nos han favorecido", añadió recalcando de nuevo la labor del árbitro. "No digo que haya beneficiado al Arroyo, pero sí creo que a nosotros nos ha perjudicado".

No achacó la derrota al elevado número de bajas (ocho), aunque solo realizó un cambio. "No me puedo acordar de los que no están", dijo cuando se le preguntó por los ausentes, "no sería justo para los que sí han jugado". No quiso hablar de refuerzos en el mercado invernal, aunque la lesión de Plata --al que sus compañeros animaron con una pancarta al inicio del partido-- puede obligar al club a buscar un punta. "Hay que reforzar algo, pero ahora no es el momento de pensar en eso, hay que descansar y recuperar a los lesionados. Después analizaremos qué es lo que falta y lo que se puede hacer".

Sobre la marcha de Nucho, el técnico fue muy claro: "Si no está a gusto, que se vaya, lo ha decidido él y a mí me parece fenomenal". El portero anunció el viernes que se iba. "Si ellos Bidaurrázaga y García Calvo siguieran al frente del equipo, probablemente siguiera yo también", dijo el guardameta en su carta de despedida.

Sobre el fin de las rachas del Cacereño, seis partidos seguidos sumando y 22 derbis consecutivos sin perder, Marcos se mostró tranquilo. "Las rachas se acaban, es algo que todos sabemos desde el momento en el que empiezan".

El técnico añadió que hay que aprovechar el descanso para dejar atrás esta derrota y "pensar en los dos partidos que tenemos en casa. Sumar no hubiese permitido dar un salto adelante, pero ya no se puede".