Tiene una fijación el Cacereño en cada jornada: terminar sumando tres puntos. Jugando bien o simplemente cumpliendo, esa es la meta para alcanzar el objetivo global, que es el de obtener el título de campeón y lanzarse al reto de volver a Segunda B.

Bajo esta premisa, el grupo de Adolfo Muñoz considera que el encuentro de esta noche en el Municipal de Navalmoral ante el Moralo (20.00 horas) es uno de los más peliagudos de sacar adelante. De hecho, el Badajoz, segundo en la tabla, no pudo llegar más allá del empate hace tres semanas. El cuadro de Emilio Gil, quizá el equipo que más está sorprendiendo por sus prestaciones en esta liga, será complicado de superar en este sábado noche en el Campo Arañuelo.

Hay margen de error para los visitantes, que cuentan con siete puntos por delante del segundo clasificado, pero ello no quiere decir que pueda haber relajación, se insiste en el vestuario. Ha sido una semana dura, que ha concluido con la baja del veterano Edu Moya en el líder, pero se ha hecho causa común apelando al espíritu de grupo para seguir con la racha triunfal, que se prolonga durante seis encuentros consecutivos. Desde el partido ante el Pueblonuevo no cede el CPC, que el pasado domingo dio una exhibición en toda regla en Fuente de Cantos (0-4).

El Moralo, con futbolistas sobresalientes técnicamente como Sergio Gómez, está dispuesto a ofrecer resistencia al Cacereño, como hiciera hace 30 años, cuando le rompió un récord que parecía interminable. Eran otros tiempos y otras circunstancias, pero en el fútbol suelen importar mucho las estadísticas. Y también los números dicen que quedan nueve partidos, 27 puntos, y el equipo de Adolfo Muñoz está con siete puntos de diferencia sobre su perseguidor.

El Moralo es noveno, con 43 puntos, y espera compensar el 3-1 del partido de la primera vuelta con un resultado a su favor ante un equipo que dice que le respeta al máximo.