Crónica de una resolución de expediente anunciada. El periodo de alegaciones para Harper Williams termina hoy, aunque ya las ha presentado. Hubiera dicho lo que hubiera dicho, es claro que la decisión del Cáceres 2016 es rescindir unilateralmente su contrato amparándose en que cometió tres faltas graves al reglamento de régimen interno en la madrugada del 28 al 29 de septiembre.

La ruptura es un hecho, aunque ahora hay que ver cómo reaccionan la agencia de representación del jugador, U1st Sports, dirigida por Regino Olivares, que lleva también los asuntos de otros miembros de la plantilla cacereña como Rod Brown, Lucio Angulo y Tomás Bellas. Lo previsible es que acuda a Magistratura de Trabajo para reclamar el resto de contrato de Williams, unos 90.000 dólares, de los que el Cáceres 2016 se siente legitimado para no pagar absolutamente nada.

El veterano pívot se mantiene en la ciudad, apartado de la disciplina del equipo, aunque en un entrenamiento de la pasada semana fue visto fugazmente. También mantiene el contacto con algunos de sus compañeros. Su intención es seguir jugando.

EL ALTA DE SIMIEN Cuando el expediente disciplinario de Williams se resuelva esta semana, el camino ya estará allanado para que Wayne Simien pueda ser inscrito como jugador del primer equipo y no del vinculado que juega en Primera Nacional, como está actualmente. Fue la solución encontrada entre el club y la Federación Extremeña para que Simien pudiese jugar el pasado viernes y que no levantó ni una palabra de protesta por parte del Illescas. "Yo sabía que iba a jugar. Para eso ha venido. El Cáceres ha hecho lo imposible para que pudiera ser inscrito. Yo hubiera hecho lo mismo", declaró Javier Juárez, su entrenador. Nadie se atrevió a hablar de "impugnación", ya que el movimiento contaba con el visto bueno de la Federación Española.