El Cáceres 2016 hizo más honda la herida del Ourense al endosarle la undécima derrota en los doce partidos que se llevan disputados de la segunda vuelta, aunque para ello tuvo que esperar hasta el último cuarto. Los extremeños recuperan así sus opciones para entrar entre los ocho primeros tras haber perdido el pasado viernes en su cancha frente al Algeciras.

Los primeros compases no hacían presagiar que el equipo visitante fuese a dominar el marcador con tanta claridad ya que, pese a la zona ordenada por Ñete Bohigas, que consiguió contener al estadounidense Ricky Wright en ataque, no tenía el mismo éxito con el nacionalizado Willy Ladson.

LUCHA DE BASES Ladson llevó la voz cantante durante el primer cuarto en el ataque gallego con ocho puntos. Dani López paraba a Juanjo Bernabé en el cara a cara entre bases y se olvidaba de mirar el aro, pero conseguía surtir de balones a Asselin, que dio la réplica a Ladson y mantuvo al Cáceres en pie a lo largo del primer corte.

El desacierto ofensivo, de todas formas, era común denominador de ambos equipos y continuó en el segundo cuarto, que siguió en la misma línea desde los dos bandos, con Ladson y Josh Asselin al frente de las operaciones atacantes.

Una mala selección de tiro y la precipitación propiciaron un exiguo 11-12 en el parcial del segundo periodo, que terminó con 28-27 después de veinte minutos de poco baloncesto en el aspecto ofensivo.

Las rotaciones de Bohigas para dar descanso a Kerry Blackshear y Asselin surtieron efecto, ya que el Cáceres siguió frenando a Bernabé y, además, secó por completo a Ladson, con lo que cortó la principal fuente de puntos del equipo gallego. Angel Navarro no encontraba soluciones en su banquillo y sólo dio opción a jugar dos minutos y 32 segundos al pívot cacereño Juan Sanguino.

Por su parte, Ramón Moya y Dani López, con cinco puntos cada uno, tomaron el relevo realizador de Asselin. El marcador, no obstante, se mantuvo sumamente equilibrado (44-46). En el último periodo, Bohigas optó por Juanmi Morales en el lugar de Nando Vicario en el quinteto y acertó por completo. El canario fue el hombre más inspirado en los minutos finales.

El Cáceres, pese a desaprovechar sus tres primeras posesiones del cuarto, sacó provecho de la velocidad y de una falta antideportiva de Rubén Vila que le permitió empezar a abrir una brecha que resultaría definitiva (46-54). Esa acción fue el principio de un parcial de 0-15 que concretó la victoria cacereña y el hundimiento gallego, cuya permanencia en la LEB peligra.