Solo 206 kilómetros separan a Carlos Sainz de alzarse con su primer Dakar. El piloto madrileño supo resistir las embestidas (más literales que metafóricas) de su compañero del equipo Wolskvagen, Al-Attiyah. Pese a llegar tercero y perder dos minutos y 32 segundos respecto al qatarí, segundo clasificado ayer y en la general, Sainz afrontará la última etapa con una ventaja de dos minutos y 48 segundos. Si no media ningún percance, el bicampeón del mundo de rallies se coronará hoy en Buenos Aires.

"No es normal es que te golpee un compañero de equipo. Y no, no creo que el Dakar esté ganado", sentenció Sainz, que no disimuló su irritación por la actuación de Al-Attiyah. "Nasser estaba por detrás de mí, y yo iba adelantando motos, al igual que él. Rodábamos en una gran polvareda, y en un momento dado, me ha adelantado y me ha golpeado", explicó. El líder del Dakar aseguró que fue entonces cuando el asiático se puso a hacer eses delante de él. "Se trata sin duda de una actitud de lo menos deportiva. Si hubiera hecho yo lo mismo, él jamás me hubiera adelantado", comentó.

En motos ganó el noruego Pal Ullevalseter (KTM) por delante del francés Cyril Despres (KTM), segundo, y de Marc Coma (KTM), que fue tercero. El galo se perfila como ganador.