Costa de Marfil y el anfitrión, Egipto, disputarán el viernes la final de la Copa de Africa después de vencer ayer en sus respectivas semifinales a Nigeria y Senegal.

Ante el delirio de su público, los egipcios superaron por 2-1 a los senegaleses. Los cerca de 80.000 espectadores que llenaron el estadio cairota desde horas antes de que comenzase el partido vieron cumplidos sus sueños cuando Zaki, a menos de diez minutos del final, logró el tanto que deshizo el empate y clasificó a su equipo para la final. El partido fue muy tenso, con continuos roces entre los jugadores de los equipos y un sinfín de faltas.

Mientras, el delantero del Chelsea Didier Drogba condujo a Costa de Marfil al triunfo. El ariete, estrella de un conjunto tácticamente muy cohesionado pero nada brillante en cuanto a la creación de juego, marcó en el inicio de la segunda mitad el único tanto de un partido trabado y poco vistoso, en el que dominó el miedo a perder.

Drogba aprovechó un profundo pase en diagonal para ganar la espalda de un defensor y en posición dudosa controlar con calidad el esférico, progresar unos metros y batir por bajo al meta nigeriano.