El Cacereño inicia un «nuevo ciclo con la intención de crear un proyecto a la altura de la ciudad», según palabras del vicepresidente deportivo, Raúl Arias, nuevo hombre fuerte del club y encargado de seleccionar al cuerpo técnico que comandará la plantilla tras la destitución de José María Rebollo. Y los elegidos han sido Joaquín Francisco Mas Davó (Crevillente, Alicante, 4 de febrero de 1958) y Luis Américo Scatolaro (Chajari, Argentina, 12 de febrero de 1963). El primero es oficialmente el entrenador y sirve para salvar los impedimentos legales que no permitían al segundo figurar como técnico principal del CPC. «Vamos a ser un tándem», dijo Mas cuando se le preguntó quién de los dos iba a ser el que tuviera el mando. Junto a ellos llegan Daniel de Castro como entrenador de porteros y el mexicano Raúl Castro como preparador físico.

Joaquín Mas, que dijo ser buen conocedor de la Tercera División (aunque su experiencia se centra en la zona de Valencia, además de ser segundo de Juande Ramos en el Rayo Vallecano hace casi 20 años), explicó que vienen a ejercer al Cacereño «como profesionales con el objetivo de volver a ser un club con ambiciones». En cuanto a su propuesta futbolística, no explicó demasiado: «Portería a cero, hacer un gol y para casa». También prometió mucho trabajo Luis Américo, que dijo que hoy en día, con las nuevas tecnologías, se puede conocer el fútbol de un lugar sin necesidad de estar cerca. «Hoy es más fácil seguir todo el fútbol mundial».

el equipo / Además de los cambios en la dirección del equipo, también los habrá en la plantilla, aunque ayer solo se habló de incorporaciones. «Habrá que reforzar puestos específicos», dijo Joaquín Mas, que aseguró que el 80 por ciento de la plantilla actual es «válida». Necesita el Cacereño un portero para cubrir la salida, hace ya más de un mes, de Lopito, además de un delantero y, al menos, un central. Todo eso sin contar el que puede ser uno de los primeros ‘fichajes’, el del argentino Kevin, que apura estos días su puesta a punto. Tampoco se renuncia al mexicano César Villaluz, que está entrenándose en su país mientras se intentan solucionar los trámites burocráticos para su fichaje.

«Este equipo ha demostrado que con lo que tiene, le vale para competir», matizó Raúl Arias, que añadió que el objetivo de los refuerzos es dar un plus al equipo, sobre todo pensando en la siempre complicada fase de ascenso. «No venimos a borrar todo lo que se hizo, venimos a potenciarlo», indicó Luis Américo.

Reconoció Arias que ha habido interés de otros clubs por fichar a Viñuela, aunque de momento todo hace indicar que seguirá vistiendo la camiseta del Cacereño: «Pensamos que es un futbolista que aún tiene que madurar».

EL CLUB / En una comparecencia muy concurrida y esperada, Raúl Arias explicó que los últimos cambios en el Cacereño responden a un deseo de hacer un equipo ganador y globalizar el proyecto. Esto último ha sido un factor clave en la destitución del anterior cuerpo técnico. «IQ Finanzas tiene tres equipos más en México y nuestro objetivo es promover jugadores, hacer un proyecto global autofinanciable, por eso necesitamos tener el control de los cuerpos técnicos».

Además de Rebollo y su cuerpo técnico, también sale del Cacereño José Luis Tamargo, hasta ahora director deportivo. «Es algo que se tiene que solucionar, pero en un principio está desvinculado; lo han cesado los propietarios», contó Luis Puebla, que reiteró que IQ Finanzas es el dueño del club, algo que queda patente con los últimos movimientos, añadió.

Puebla también adelantó la puesta en marcha del ‘Proyecto 100 años Cacereño’, del que ya había hablado antes Álvaro López, empresario chileno y jefe de IQ Finanzas. Ninguno de los dos ha desvelado en qué consistirá, aunque el director general del CPC afirmó ayer que «se van a hacer muchas cosas buenas».

A lo largo del mes de enero, el club podría tener presidente, algo que se lleva anunciando desde finales de septiembre. La novedad anunciada ayer por Puebla es la creación de un consejo de administración que estaría formado por «gente reconocida en la ciudad» y que también podría estar en marcha en el próximo mes.

Mientras tanto, el balón sigue parado. Los jugadores no volverán a entrenar hasta el día 2 y el primer partido del 2018 será el 7 de enero en el Príncipe Felipe con un césped más verde, aunque con muchas dudas aún sobre su estado real.