Acaba de reencontrarse con la presidencia del CF Extremadura SAD de la que fue desalojado en diciembre de 2001. Inmerso en una espiral de acontecimientos y un frenético trabajo, Nieto hace balance de sentimientos, ilusiones y proyectos.

--¿Cómo se siente ocupando de nuevo ese sillón?

--Básicamente, preocupado por la situación, que no es, ni mucho menos, la misma que la primera vez que me senté. Pero también bastante responsabilizado con la confianza que se me ha dado y con ganas de hacer muchas cosas a la vez.

--¿Lo ha pensado bien?

--Pues no. Si lo hubiésemos pensado bien, ninguno de los que estamos aquí estaríamos. No hubiésemos entrado. Nos habían alejado del club y, al tiempo, de la tensión diaria que destila la responsabilidad. De alguna manera estábamos bastante tranquilos en lo personal. Ahora sabemos que vamos a quitarle mucho tiempo a la familia y a nuestras profesiones y eso tiene un valor también. Pero ya he dicho que hemos antepuesto el corazón a la cabeza y el cariño a este club ha podido más. También es verdad que es como un veneno.

--Vuelve la familia Fouto al Mérida, Nieto al Extremadura. Es algo curioso, ¿no?

--Yo creo que es una simple coincidencia contemporánea. Son situaciones distintas y sólo tienen en común que en Mérida y Almendralejo, tras pasar por lo más alto, el fútbol estaba muerto y hay que reflotarlo.

--Dijo una vez que con este alcalde era difícil que usted volviese a la presidencia...

--Es verdad. Y también que el tiempo me ha quitado la razón. Lo dije porque no sintonizábamos en absoluto y teníamos puntos de vista radicalmente opuestos. Pero el club y su futuro ha primado sobre nuestras opiniones personales y creo que también es de justicia decir que hemos logrado un acuerdo, un entente beneficioso para la entidad en el que ambos tuvimos que ceder.

--Se le ve conciliador a todos los niveles. ¿La frustración desarrolla la diplomacia?

--Rotundamente, no. Ni me he sentido frustrado, quizás dolido por la injusticia que se cometía con mi persona, ni he cultivado la diplomacia. Sí digo que es el momento de que todos ayudemos y de que se olviden las rencillas. Lo importante es el Extremadura, los demás somos secundarios. El único beneficiado tiene que ser el club, aunque yo me tenga que tragar mil sapos. Valdrá la pena si cumplimos el reto.

--¿Se ha llevado muchas sorpresas tras aterrizar de nuevo?

--Mire, nosotros nos hemos marcado un plazo de unos 60 días para tener una opinión real sobre muchos aspectos y, sobre todo, acerca del futuro del Extremadura. Denunciaremos lo que podamos demostrar porque nuestros accionistas tienen derecho a conocer la verdad de todo. Pero hacer valoraciones ahora y aportar datos que pueden haber ido apareciendo no es lo más oportuno. No vamos a estar todos los días denunciando cosas. Cada cosa a su tiempo.

--¿Qué sintió el domingo cuando se sentó en el palco?

--Le voy a ser sincero. Me preocupó mucho más el prepartido que el partido en sí. Había muchos temas que solucionar, muchos aspectos que poner en marcha y estuvimos muy ocupados intentando que todo saliese bien. Si lo conseguimos o no lo han de decir otros. Si puedo aportar una sensación. Daba la impresión de que no había pasado tanto tiempo como en realidad ha pasado. Luego todo tuvo aspecto de normalidad. Estuve rodeado de la misma gente que tenía a mi lado en la anterior etapa y apoyado por mis consejeros y los que van a ser como ellos. Mire, si me he sentido fuerte es por la gente que me ha apoyado y que no me defraudará.

--¿Qué le pareció el partido?

--No muy bueno, no nos vamos a engañar. Entiendo que sacamos un resultado excelente para lo que merecimos en el terreno de juego. Fue el primer partido en casa, hay ganas de agradar, los acontecimientos pueden influir... Pero no hicimos un partido precisamente brillante.

--¿Qué futuro le aguarda a este Extremadura bajo su batuta?

--Dentro de 60 días se lo podré decir con más objetividad. Estamos en una situación muy difícil pero se están buscando soluciones a corto, medio y largo plazo y la ilusión es lo último que nos va a faltar. A pesar de la entidad del reto, el Extremadura tiene que volver a ser grande lo antes posible.