La Comisión Europea advirtió ayer implícitamente a Alemania de que las ayudas públicas a Opel deben respetar la normativa comunitaria y no pueden estar sujetas a condiciones de mantenimiento del empleo y de las factorías en un país determinado.

La advertencia se produjo un día después del anuncio de venta por parte de General Motors del 55% de Opel al grupo Magna y en medio de fuertes críticas de otros países europeos que sufrirán importantes recortes de plantilla. "Las ayudas públicas no pueden estar sometidas a condiciones suplementarias no económicas, concernientes a la localización de las factorías o a la distribución geográfica de las medidas de reestructuración", subrayó el Ejecutivo comunitario. La ministra de Economía, Elena Salgado, dijo que el Gobierno español trabajará con los propietarios, los sindicatos y el Ejecutivo de Aragón para evitar la pérdida de puestos de trabajo en la planta de Figueruelas (Zaragoza). Magna prevé reducir la producción de 465.000 a 320.000 unidades anuales por el traslado de una parte del Corsa a Alemania, lo que supondrá 1.600 despidos.