La OCDE considera que el vigor de la economía española continuará gracias a la demanda interna, pero también a la recuperación del resto de Europa. Con esos motivos, el organismo internacional ha elevado su previsión de crecimiento al 3,4% para el 2005 y al 3,2% en el 2006. Este vaticinio es idéntico al último realizado desde Bruselas por la Comisión Europea.

Según el informe semestral de perspectivas que ayer se hizo público, la OCDE augura que continuará esa dinámica en el 2007, ejercicio para el que se pronostica una progresión del producto interior bruto (PIB) del 3,3%.

Pero no todo son loanzas para la economía española. Los economistas del organismo advierten también de los problemas de pérdida de competitividad que aparecen, así como los derivados --en términos presupuestarios y de financiación de las pensiones-- del envejecimiento de la población.

En sus previsiones de otoño, el Ejecutivo comunitario corrigió al alza los cálculos sobre el alza del PIB español. Inicialmente lo situaba en el 2,7% para este año (ahora pronostica el 3,4%) y en el 3,2% el próximo ejercicio. Para el 2006, el Gobierno español ha previsto que el PIB crezca el 3,3%.