El Reino Unido desmantelará de forma progresiva hasta el 2010 las ventajas fiscales que gozan las denominadas sociedades exentas radicadas en Gibraltar. Así lo comunicaron ayer las autoridades de Londres a la Comisión Europea, en respuesta al plan que se les propuso para eliminar este régimen, según informaron fuentes de ambas partes.

Las empresas exentas son compañías con sede en la colonia británica pero que carecen de actividades comerciales y empresariales, y de accionistas residentes o gibraltareños. Según el régimen fiscal actual, estas sociedades no están sujetas al impuesto de sociedades, que tiene un gravamen del 35%, sino a una tasa fija anual de entre 350 y 500 euros. Tras meses de contactos con el Reino Unido, Bruselas planteó el 19 de enero un plan de desmantelamiento de este régimen fiscal, que es el que ha aceptado Londres. En virtud del mismo, las 8.464 sociedades beneficiarias a 31 de diciembre del 2003 no podrán seguir con estas ventajas más allá del 2010.

Si la titularidad de las compañías cambia antes del 30 de junio del 2006, sólo disfrutarán de estas exenciones hasta el 31 de diciembre del 2007. Y si se produce después del 30 de junio del 2006, los beneficios cesarán de forma inmediata. A la vez, el número de sociedades que podrán acogerse por primera vez al régimen se limitará a un 60% de las que lo dejen en el 2005 (hasta un máximo de 823), y a un 50% en la primera mitad del 2006 (hasta un máximo equivalente al número de sociedades acogidas por primera vez en el 2005).

Los beneficios de las nuevas sociedades exentas sólo estarán protegidos hasta el 31 de diciembre del 2007. Con posterioridad al 30 de junio del 2006, ninguna sociedad podrá acogerse por primera vez al régimen. Según la comisaria de la Competencia, Neelie Kroes, las sociedades que desde ahora quieran acogerse al régimen por primera vez sólo podrán hacerlo durante menos de 18 meses, y en un número muy pequeño. También subrayó que sus beneficios estarán limitados hasta diciembre del 2007.

SATISFACCION ESPAÑOLA El secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, valoró ayer el paso dado por Londres en este aspecto, y afirmó que ayudará a las conversaciones trilaterales entre los gobiernos español y británico junto a las autoridades del Peñón. Navarro indicó que el anuncio tendrá una repercusión positiva porque va a "serenar los ánimos".