El vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, entró ayer en campaña electoral anunciando, a bombo y platillo, que las tarifas telefónicas se congelarán en el 2004, el año de las elecciones generales.

El vicepresidente económico, en un desayuno con la junta directiva del PP en Gijón, explicó que el Consejo de Ministros del viernes aprobará la congelación de las tarifas en el 2004 y la liberalización para el 2005, fecha en la que se suprimirá el price cap , el sistema de precios máximos impuesto a Telefónica por el Gobierno. El vicepresidente obvió decir que la liberalización del 2005, con toda probabilidad, implicará subida de precios, según diversas fuentes del sector.

PROPUESTA DE PIQUE

La medida no es nueva, puesto que fue articulada y anunciada ya en septiembre del año pasado, cuando regresó Josep Piqué al Ministerio de Ciencia y Tecnología. Este año Rato ha privado a Piqué de una de las armas que éste recuperó al volver al ministerio: tutelar las tarifas y los rendimientos de imagen que las rebajas de precios proporcionan.

Ante los miembros del PP de Gijón, Rato recordó los beneficios de la liberalización de las telecomunicaciones en estos años, también conocidos hasta la saciedad por el sector. Rato recordó que entre 1998 y el 2002 las compañías de telecomunicaciones han transferido a los consumidores 34.000 millones de euros (5,6 billones de pesetas, el 5% del PIB), debido a la mayor competencia y a la paulatina reducción de tarifas. Indicó que esta cantidad equivale a 1.000 euros por familia y a 3.780 euros por empresa.

Tras decir que las tarifas de referencia de la telefonía tendrían "una subida cero", añadió que las tarifas eléctricas subirán por debajo del objetivo de inflación del Banco Central Europeo (el 2%).

Portavoces oficiales del Grupo Telefónica se negaron ayer a comentar las declaraciones de Rato. El director general de la Organización de Consumidores y Usuarios, José María Múgica, opinó que si se liberalizan las tarifas, Telefónica podrá subir lo que quiera la cuota de abono mensual.