Los responsables de la lucha antiterrorista de las fuerzas de seguridad reconocen que están desbordados ante la avalancha que reciben de cartas y de llamadas de denuncias sobre presuntos complots islamistas.

"Nos están llegando decenas de cartas de presos musulmanes que aseguran estar al corriente de hipotéticos atentados en preparación y que quieren hablar", explica un mando policial, que añade: "Casi siempre se trata de denuncias sin fundamento hechas por individuos que judicialmente están atrapados y que van a ser condenados por delitos como tráfico de drogas o robos". No obstante, algunos soplos han dado pistas interesantes que están siendo investigadas.

La publicidad que el juicio del 11-M ha dado a la figura de los confidentes ha servido de inspiración a muchos de los delatores. "Creen que si se presentan a la policía como individuos con buena información sobre tramas terroristas, sus penas de cárcel se van a reducir o incluso van a quedar en libertad; por eso están dispuestos a inventarse cualquier cosa", comenta el policía.

Además, denunciar a alguien de terrorismo se ha convertido en un método muy habitual para ajustar cuentas. "Estamos investigando decenas de denuncias y, en muchos caso, hemos descubierto que el que había denunciado lo había hecho para vengarse del tipo que le ponía los cuernos con su esposa o del traficante que le había engañado con una partida de hachís. Tal y como están las cosas, si alguien quiere vengarse de un musulmán lo que hace es llamar a la policía y acusarle de terrorista", señala este responsable.

Sin embargo, este alud de denuncias tiene efectos perniciosos. "Aunque sabemos que la mayoría de esas denuncias son mentira, tenemos que investigarlas todas porque no podemos arriesgarnos a dejar pasar una pista sobre un atentado en preparación, pues el riesgo de ataque sí existe", comenta el oficial de otro cuerpo policial español. "Lo que pasa es que tienes que dedicar mucho tiempo y muchos agentes a investigar unas denuncias que suelen ser mentira. Tienes que ir a las cárceles donde están encerrados los denunciantes, entrevistarte con ellos, comprobar lo que dicen... Y todo para acabar constatando que es mentira. Lo cierto es que vamos desbordados", comenta.

CELULAS DURMIENTES Fuentes policiales confirmaron la presencia en Cataluña de más de una decena de muyahidines que han regresado después de combatir en Irak y de terroristas argelinos en Barcelona y Tarragona. Un mando policial aseguró: "Hay células durmientes, que están siendo vigiladas, pero no hay peligro inminente de atentado, ya que carecen de explosivos".