Cuando el portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, opinó ayer que el momento que está atravesando Euskadi es "muy delicado" todavía no sabía que Batasuna iba a convocar para el próximo domingo una manifestación en San Sebastián, con un doble propósito. Primero, reivindicar que es una formación legitimada como agente político pese a su ilegalización y segundo, aumentar en la calle la presión sobre el Gobierno socialista para que ponga en marcha la mesa de partidos sin más dilaciones.

El PP reaccionó inmediatamente y exigió al Gobierno vasco que prohiba la marcha "por ser una burla". El PNV y Aralar optaron por lanzar mensajes de calma y sostener que, pese a todo, el proceso de pacificación es "irreversible" porque responde a los anhelos de la sociedad vasca. La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, aseguró "no tener dudas" de que "la izquierda aberzale representada por Batasuna estará presente en las próximas elecciones".

PRECEDENTES POLEMICOS La manifestación lleva por lema País Vasco. Autodeterminación y coincidirá con el inicio de las fiestas de la Semana Grande de San Sebastián. Esta movilización se da todos los años, pero desde la ilegalización de Batasuna ha estado envuelta de tensiones. El año pasado, el Gobierno vasco la prohibió, pero los manifestantes, con Otegi a la cabeza, acabaron realizando un acto paralelo que fue tolerado por la Ertzaintza. Al final se registraron disturbios y seis detenciones.

El portavoz de Batasuna Pernando Barrena se mostró ayer convencido de que no hay razones para prohibir la marcha y dijo que ya ha sido comunicada al departamento vasco de Interior por el convocante, "un ciudadano particular". Barrena aprovechó para desmentir "rotundamente" que su partido disponga de unos nuevos estatutos que cumplirían las exigencias de la ley de partidos, pero que, según un diario vasco, no habrían sido presentados por el malestar de las bases aberzales ante la lentitud del proceso negociador.

Batasuna calificó de "extremadamente grave" que el Gobierno, tras cuatro meses de tregua, aún le considere ilegal. Reprochó al PSOE sus "motivaciones electorales inconfesables". Y aseguró que a Zapatero le ha entrado "un enorme miedo escénico al diálogo resolutivo". Para acabar, Barrena reiteró que Batasuna no participará en una mesa "si no tiene garantías de lograr la autodeterminación". El peneuvista Iñigo Urkullu reconoció que se corre el riesgo de que la tregua acabe por el "tutelaje de ETA" y el regreso de Batasuna a planteamientos de años atrás.

LA SITUACION DE LOS PRESOS Asimismo, un documento de la izquierda aberzale difundido entre sus bases, al que ha tenido acceso Europa Press, pone como condición para el proceso la "amnistía" de los presos de ETA. Además, considera que esta "amnistía" sería el reconocimiento de la "lucha" que les ha llevado a la cárcel. En el citado documento hay un apartado en el que se relacionan lo que la izquierda aberzale considera las "condiciones democráticas".