El titular de Defensa, José Bono, diagnosticó ayer al presidente del PP, Mariano Rajoy, un "síndrome del designado a dedo". Y señaló como síntomas la "falta de cordura y reflexión" y el deseo de estar "instalado en la bronca y la descalificación permanentes".

Una fase que, rememoró, "el PSOE también pasó" cuando Felipe González designó para sustituirle a Joaquín Almunia. Bono calificó de "infierno permanente" la era de la bicefalia socialista, cuando Almunia lideraba el partido y Josep Borrell era candidato a presidente del Gobierno.