El Gobierno español confirmó ayer el secuestro del médico aragonés Mario Sarsa por un grupo rebelde en el República Democrática del Congo. El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, de viaje ayer en París, aseguró que desde el Ejecutivo se está llevando a cabo "todo el trabajo necesario" para liberar al galeno, que cayó en manos de la guerrilla Movimiento de Liberación Independiente de los Aliados hace una semana.

"En estas situaciones siempre hay que ser prudente", afirmó el ministro Moratinos, quien dijo que el Gobierno ya se ha puesto en contacto con los familiares del secuestrado. El viernes fue el ministro congoleño de Comunicación, Lambert Mende, el que atribuyó a los rebeldes el rapto. Mende dijo que Sarsa "está en manos del número uno del grupo terrorista", a quien identificó como Ibrahim Mangbama.

REFUGIO EN LA SELVA Según las autoridades congoleñas, tanto las Fuerzas Armadas del país (FARDC) como tropas de la Misión de las Naciones Unidas desplegadas en el Congo (MONUC) trabajan en la localización del grupo rebelde, de la etnia Enyele, que retiene al español.

"Hasta el momento no tenemos información de su paradero", dijo ayer a la agencia Efe Rebecca Ebaie, la ministra responsable de la provincia Ecuatorial, al noroeste del país donde Sarsa fue secuestrado.

La ministra manifestó que los secuestradores han buscado refugio en la selva de Djombo, no lejos de Mbandaka, ciudad donde el Ejército y los rebeldes protagonizaron duros enfrentamientos el pasado domingo. La etnia Enyele mantienen un conflicto con la población de la etnia Munzaya por los derechos de pesca y agricultura.

El galeno español, especialista en medicina tropical, se encontraba en la zona de vacaciones, recorriendo el río Congo a bordo de la embarcación fluvial Malaïka. Al parecer y según las autoridades congoleñas, los rebeldes dejaron en libertad a la tripulación de la embarcación.

Sarsa, nacido hace 54 años en la localidad de Villanúa, en la provincia de Huesca, está casado con una africana. Es un gran conocedor del continente negro. De hecho trabajó varios años en la década de los 90 en un hospital de Guinea Ecuatorial. Es, además, uno de los miembros fundadores de la Asociación Africanista Manuel Iradier, el reconocido explorador vasco.