Una vez materializado el ingreso en la Unión Europea (UE) de ocho países del Este, Chipre y Malta, ahora se plantea la acuciante cuestión de cómo financiar esa ampliación. Los líderes de los 25 aspiran a fijar en la cumbre de junio las bases del futuro marco financiero de la UE para el periodo 2007-2013, uno de los temas clave que debatirá el Parlamento Europeo que sea elegido el 13 de junio. España se juega sus cuantiosas ayudas europeas.

Los países ricos no quieren pagar

Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Austria y Suecia exigen que el nivel de gasto del presupuesto de la UE quede congelado a partir del 2007 a su nivel actual, pese a que la adhesión de diez estados muy pobres y el desarrollo de las nuevas políticas comunitarias requerirán más fondos.

Los seis países ricos exigen que el futuro nivel de gasto no supere el 1% de la renta de la UE para no tener que incrementar sus contribuciones anuales al presupuesto comunitario. El gasto total de la UE para este año equivale al 0,98% de la renta europea.

Los seis países plantean, según los casos, que a partir del 2007 las ayudas regionales deben concentrarse en los nuevos estados miembros, porque están más necesitados, y cuestionan la propuesta de la Comisión Europea de reservar la mitad de las ayudas regionales del periodo 2007-2013 a los antiguos miembros. Los seis han encontrado cierto respaldo en Dinamarca y Finlandia.

Los planteamientos de estos países implicarían recortar drásticamente las ayudas regionales que recibe España. Esa propuesta haría pagar a España el coste de la ampliación, a pesar de ser el tercer país más pobre de los antiguos 15 miembros de la UE y de que será uno de los que menos se beneficiará económicamente de la ampliación. Los seis países ricos pretenden evitar cualquier coste por esa operación.El efecto estadístico amenaza los fondos

España recibe anualmente más de 6.700 millones de euros (más de 1,1 billones de pesetas) de los fondos regionales y otros 2.000 millones más (más de 332.000 millones de pesetas) del fondo de cohesión, según el balance más reciente de la Comisión Europea del 2002.

El desarrollo económico de los últimos años ha provocado que el nivel de renta de Valencia, Castilla-León y Canarias supere desde el 2001 el listón del 75% de la media de la UE de 15 miembros, que da derecho a las generosas ayudas a las regiones pobres. Las tres regiones perderán a partir del 2007 el derecho a recibir esas ayudas.

Además, la ampliación ha desencadenado una reducción de la renta media de la UE de 25 miembros de unos 10 puntos, porque la renta media del conjunto de los diez nuevos miembros sólo llega al 47% de la UE de 15. Esto provoca que Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla superen el 75% de la renta media de la UE ampliada y que pierdan a partir del 2007 el derecho a recibir esas ayudas, aunque sigan siendo igual de pobres.

El crecimiento económico español de los últimos años, muy superior al de la UE, ha impulsado que el nivel de renta se sitúe en el 83,9% de la media de los Quince. Tras la ampliación, ese nivel ha subido por efecto estadístico al 92,4%. Esto implicará que España también perderá a partir del 2007 el derecho a recibir el fondo de cohesión, que se concede a los países con una renta inferior al 90% de la media comunitaria.La estrategia para una negociación dura

El Gobierno socialista mantiene los mismos objetivos en la negociación del marco financiero de la UE que el Gobierno del PP: primero, lograr que las regiones que dejarán de ser pobres por el efecto estadístico sigan recibiendo una ayuda sustancial. Segundo, obtener una ayuda transitoria para las regiones que han dejado de ser pobres por medios propios. Tercero, un trato especial para Canarias. Y, cuarto, obtener una prórroga transitoria del fondo de cohesión al perder el derecho a esa ayuda.

El proyecto de marco financiero, elaborado por la Comisión Europea, recoge parte de las reivindicaciones españolas y no ha tenido en cuenta las exigencias de los países ricos. El proyecto aumenta el gasto comunitario hasta el 1,14% de la renta de la UE en el periodo 2007-2013 para poder financiar la ampliación y las nuevas políticas comunitarias.

La Comisión Europea propone una ayuda especial para las regiones que dejarán de ser pobres por efecto estadístico, equivalente al 70% de lo que les tocaría, y otra transitoria para las regiones que han dejado de ser pobres de verdad, equivalente al 33% de la ayuda recibida. Además, propone un régimen especial para Canarias. Pero rechaza la supresión escalonada del fondo de cohesión, porque no se hizo en el caso de Irlanda.

El marco financiero de la UE debe aprobarse por unanimidad. La negociación del anterior hasta el 2006 fue traumática (duró más de dos años con sólo 15 países); ahora, con 25, será más complicado.