Felipe González defendió la conveniencia de retocar la Constitución porque, dijo, el volumen de competencias transferido tanto a las autonomías como a la Unión Europea exigen que vuelva a definirse "cómo se conforma la voluntad nacional". El intento facilitará a su juicio la recuperación del diálogo político. Como ya hiciera el 15 de junio del 2002, sugirió que no optará a un escaño en el Congreso en las elecciones del 2004.

El expresidente del Gobierno, que participó en la presentación del libro de José María Maravall El control de los políticos (Taurus), abogó por un Senado que deje de ser una "Cámara inútil" y acusó a José María Aznar de usar el Estado de Derecho para laminar la democracia y agravar el problema territorial, además de no respetar la diversidad. Tildó también a Aznar de "gachupín" del imperio, por su "dependencia" de EEUU.