El grupo planeaba de manera activa un ataque terrorista en el metro de Barcelona. Esa es la conclusión a la que ha llegado el fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota, y que le ha llevado a modificar la petición de condena, que ha aumentado en ocho años. Ayer, en su informe final antes de que el juez declare visto para sentencia el juicio contra la célula del Raval, el fiscal añadió para los 11 imputados (10 paquistanís y un indio) la acusación de conspiración para la comisión de un delito de estragos, por lo que ha pasado a pedir entre 17 y 26 años de cárcel.

González Mota señaló que a los detenidos no se les acusa de un delito de tentativa de atentado porque no se encontró explosivo suficiente. Pero da credibilidad a la declaración del testigo protegido T-1, y acusa a los imputados de pertenecer al grupo Tehrik Taliban Pakistan.