El Gobierno quiere que la inmigración sea el tema central de la próxima conferencia de presidentes en el Senado. La cita todavía no tiene una fecha concreta, pero la última se celebró el 10 de septiembre del 2005. José Luis Rodríguez Zapatero había anunciado que la reunión del 2006 de los líderes autonómicos versaría sobre I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), pero la actualidad se impone y la inmigración es hoy uno de los asuntos que más preocupan.

Desde la vuelta del verano, el Gobierno realiza cada viernes un miniconsejo de ministros dedicado a la inmigración. Antes de la reunión del Gobierno en pleno, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dirige un encuentro en el que participan los ministros de Interior, Trabajo, Justicia, Asuntos Exteriores, y varios secretarios de Estado de esos departamentos. La preocupación por gestionar la inmigración --frenar la ilegal y favorecer la integración de la regular-- ha llevado al Gobierno a multiplicar sus esfuerzos para concitar el máximo apoyo posible a su política.

"RESULTADOS VISIBLES" El empeño por implicar a la UE empieza a dar "resultados visibles", dijo ayer De la Vega en alusión al acuerdo del Consejo de Ministros de Interior de la UE que el pasado jueves respaldó las propuestas españolas para controlar la frontera sur. El propio Zapatero expondrá en el próximo Consejo informal de la UE, el día 20 en Lahti (Finlandia), la estrategia española para afrontar el fenómeno de la inmigración.

Además de en Europa, el Gobierno busca acuerdos internacionales. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, viajará el lunes y el martes a Guinea Conakry, Gambia y Senegal con el fin de ofrecer a estos tres países "acuerdos de segunda generación" en materia de inmigración, ya que los tres son puntos de origen o de tránsito de buena parte de los más de 25.000 inmigrantes llegados a Canarias.

Además, el próximo miércoles, la vicepresidenta presentará a los portavoces parlamentarios el plan para gestionar la inmigración. Buscará un pacto de Estado que están dispuestos a suscribir todos los partidos, con la excepción del PP.

DESCONFIANZA El PP, que celebra hasta hoy en Madrid una conferencia de dos días sobre inmigración, reiteró ayer su negativa a sellar un pacto de Estado a menos que el Gobierno de Zapatero "rectifique". El secretario general del partido conservador, Angel Acebes, arremetió contra las actuaciones de Zapatero, en particular contra la regularización de inmigrantes del 2005, e insistió en que los Veinticinco no se fían del presidente.

En su discurso inaugural del encuentro, Acebes planteó que los inmigrantes deben respetar las "leyes y normas de convivencia" del país de acogida y que "sus hijos se identifiquen con España y su progreso". A su juicio, esa es la clave para que la integración funcione. Los populares creen que la capacidad de absorción de inmigrantes por parte de España "no es ilimitada" y piden una visión "realista" del problema, teniendo en cuenta la capacidad de los servicios públicos.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer la presentación de 100 propuestas sobre inmigración que llevará al Congreso. Rajoy apuntó que la inmigración es el problema "más importante" de España y de la UE, y opinó que el Gobierno no lo podía haber hecho peor.