Más de mil personas se han manifestado hoy por las calles céntricas de Pamplona, convocadas por los sindicatos ELA, LAB, STEE-EILAS, ESK, EHNE e HIRU, bajo el lema "Por un nuevo modelo económico y social contra las reformas laboral y de pensiones". La manifestación, precedida de una pancarta en la que podía leerse "Langileok eredu berri bat" (Los trabajadores, por un nuevo modelo). No más recortes en nuestros derechos sociales y laborales", ha partido de la Plaza del Castillo y ha recorrido las calles del centro de la ciudad para terminar en el Paseo Sarasate.

El coordinador de ELA en Navarra, Mitxel Lakuntza, ha señalado a los medios de comunicación que el objetivo de esta manifestación era mostrar su "más rotundo rechazo" a las reformas y plantear la alternativa de estos sindicatos para "construir un nuevo modelo económico y social diferente, que esté hecho para los trabajadores, que sea capaz de repartir la riqueza, más justo". Desde la huelga general del año pasado, ha destacado Lakuntza, el sindicato ELA ha reiterado que "parte de la responsabilidad de lo que está pasando es política, y políticas tienen que ser las soluciones".

"El sindicato lo que entiende es que tiene que estar en la calle, tenemos que canalizar la voz de mucha gente que está entendiendo que lo que está pasando no tiene ninguna razón de ser, que se están cometiendo injusticias de todo tipo, que se está regalando dinero a la banca, que nos están pidiendo que nos bajemos nuestras pensiones, que tengamos contratos de 600 euros para la gente joven", ha afirmado Lakuntza.

Por su parte, el responsable de LAB en Navarra, Igor Arroyo, ha señalado que en 2009 tuvo lugar una huelga general "exitosa" para responder a las "agresiones" de la banca, la patronal y los gobiernos. "Entonces", ha agregado, "nos dijeron que no había razones para hacer huelga y el tiempo nos ha dado la razón", ya que "hemos visto cómo lo que denunciábamos entonces se está concretando en la realidad".

En ese sentido, ha denunciado que la banca, la patronal y los gobiernos pretenden que los trabajadores "paguen la cuenta de una crisis que no han generado" y, en ese contexto, "la reforma laboral y de pensiones no tienen otro objetivo que acumular capital, beneficios en manos de unos pocos y seguir perjudicando a la mayoría de la clase trabajadora".

Sin embargo, ha dicho, los gobiernos "han hecho oídos sordos a esas propuestas" sindicales y "justo están avanzado en la dirección contraria", aunque ha destacado que, "si piensan que con eso van a desactivar el sindicalismo combativo de Euskal Herria, están equivocados".