El presidente de la organización agraria Asaja de Extremadura, Angel García Blanco, se sumó ayer a la petición de los sindicatos --rechazada de antemano por el Gobierno central-- de que la Junta de Extremadura se quede con el 51% del capital social de la Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa), actualmente en fase de privatización.

Los máximos dirigentes de Asaja se reunieron en la tarde de ayer con los responsables de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria del 79% de Cetarsa. Contrariamente a lo expresado hasta ahora por dirigentes de la SEPI, García Blanco aseguró que este organismo vería con buenos ojos que la mayoría del capital estuviera en manos de una institución pública como puede ser la Junta, a través de la Sociedad de Fomento, y otra parte significativa en las de una multinacional tabaquera que garantice la compra de tabaco en rama a los productores.

"Lo que sería un fracaso es que, después del abandono del Gobierno central, la Junta, que tanto presume de defender los intereses de la región, siguiese el ejemplo del Ejecutivo de la nación y nos dejara en manos de las multinacionales, lo cual nos llevaría a una situación delicada", agregó.