Expertos en energía nuclear, reunidos ayer en Cáceres, abogaron por prolongar la vida de las centrales nucleares españolas, pero también iniciar un periodo de transición energética hacia las renovables, que son «el futuro», si bien no coincidieron en cómo debe acometerse la citada transición, informa EFE.

Organizada por la Asociación de la Sociedad Civil de Extremadura, la reunión contó con la participación del exdirector del Club Español de la Energía, José Luis Martínez; el consejero delegado de la consultora energética Magnus Commodities, Felipe Gracia; el catedrático de la Universidad de Extremadura Ricardo Hernández y el físico nuclear Francisco Castejón, quien se mostró crítico con las nucleares.

De hecho, este último aseveró que «un futuro sin energía nuclear es posible». «Sería fácilmente sustituible, y si mañana cerrasen las centrales, no habría problemas de suministro», recalcó. Sin embargo, y coincidiendo con el resto de conferenciantes, Castejón defendió afrontar el cierre de las nucleares de forma escalonada, «pero poniendo como fecha tope el año 2024».

Por su parte, el exdirector del Club Español de la Energía subrayó la necesidad de ser «muy prudentes» a la hora de tomar grandes decisiones sobre lo que va a ser el futuro de la energía» en el período de transición en el que está el país. «La energía necesita un cambio, pero eso no quiere decir que haya que eliminar inmediatamente el resto de las energías», advirtió.

MIX FUTURO / Martínez aseguró que el futuro pasa por un mix en el que entren todas las energías que hay disponibles, «incluida la nuclear», subrayó. «En España no se puede eliminar de golpe las centrales nucleares, pero hay que ir buscando el desarrollo de otras energías alternativas que sean competitivas, seguras y no tengan inestabilidad de precio», agregó

En cuanto a la prolongación de la explotación de la Central Nuclear de Almaraz, indicó que «sigue teniendo vida útil y genera 2.500 puestos de empleo». De hecho, de las 450 centrales nucleares construidas en el mundo, 120 tienen más de 40 años «y funcionan en perfecto estado».

Partidario de su prolongación y de realizar una transición hacia las energías renovables se mostró también el consejero delegado Magnus Commodities, quien remarcó que Almaraz acometió hace siete años una inversión de 100 millones de euros, por lo que «se encuentra en una posición de ventaja con respecto a otras».

«Le auguro vida porque parar una central con dos núcleos que genera ahora mismo el 8% del consumo de la energía en España y que es muy importante es complicado», señaló.

Para Gracia, el futuro son las renovables, pero aclaró que «es muy importante hacer una transición paulatina y que los partidos se sienten para ver cómo vamos a llegar a ese modelo».

«Los ciudadanos tenemos claro lo que queremos: tener energía cerca, pagar poco y saber que esa energía es la más renovable posible», arguyó. Pero también es «muy importante», puntualizó, «dar poder a las personas para que decidan y digan dónde quieren comprar la energía, y pensamos que ese es el camino y ya es posible».

Para Castejón, las nucleares «están poniendo freno al desarrollo de las energías renovables» y propuso que la transición se haga en convivencia con “otras energías más flexibles, como el gas».

En cuanto al impacto que supondría el cierre de Almaraz, Castejón manifestó que «no sería tan importante como dicen» dado que “los trabajadores seguirían en sus puestos 20 años más para el desmontaje de la central».